El hecho de motivar permite mantener a los empleados en la empresa e impulsar un trabajo de calidad. Algunos líderes consideran que el dinero no es suficiente estímulo para motivar a los trabajadores. El dinero es una buena prima para motivar, pero por poco tiempo. En este artículo te compartimos ideas sobre lo que puedes hacer para sustituir incentivos en efectivo.
Contar con colaboradores automotivados serán de gran apoyo para los directivos, para ello es necesario buscarlos. Hay quienes aspiran al conocimiento, otros desean ayudar a la gente y otros más sueñan con la paz mundial. Si puedes encontrar esa singularidad en cada empleado, tienes la clave de la motivación.
Según los expertos, un adecuado reconocimiento del trabajo y el esfuerzo de los empleados puede repercutir de forma positiva en la empresa, pues este tipo de experiencias ayudan al colaborador a sentir valorado lo que hace.
Una opción más, es que puedes premiar a tus mejores empleados con días libres adicionales a sus vacaciones.
Todos los equipos tendrán algunos empleados introvertidos. Ya que a algunos les resulta más fácil concentrarse cuando están solos, y si les das la oportunidad de trabajar desde casa, verás cómo aumenta su productividad.
Las empresas que utilizan una disposición de oficina abierta tienen un mayor índice de rotación. La gente es más propensa a ser hostil en estas oficinas; les falta motivación y no se sienten seguros, escribe Susan Cain en su libro Introvertidos. Siempre que sea posible, organiza espacios tranquilos para que los empleados trabajen focalizados y a gusto.
Fija plazos para motivar a tus colaboradores a trabajar de forma más eficiente. Recuerda: sólo el estrés agudo aumenta la motivación; el estrés crónico la disminuye. Así que no opte por una fecha límite. Lee más sobre cómo funciona el estrés en el libro 'No Stress'.
Según el psicólogo Daniel Goleman, en Cómo seguir siendo humano en el trabajo, los líderes no pueden tener éxito por sí solos. También los líderes seguros de sí mismos requieren apoyo y consejo. Resulta muy fácil extraviarse en ausencia de una persona de confianza con la que discutir un problema.
La motivación intrínseca depende del sentido de la vida. Muestra a tus empleados cómo su trabajo marca la diferencia, tanto para los clientes como para los compañeros.
Instala una biblioteca en la oficina (o bien conecta una biblioteca electrónica) en la que los colaboradores puedan leer libros sobre motivación, crecimiento personal y negocios. Acuerda con ellos ver juntos alguna conferencia que pueda aportar a su persona en la misma línea de temas a la de los libros.
Invite a tus colaboradores a iniciar una lista de control del progreso. El esquema es el siguiente: al final de cada día de trabajo, evalúas tu jornada utilizando esta lista de control y a partir de esta planificas tus acciones para el día siguiente. Al cabo de unos días, conocerás los problemas más comunes, lo que ayudará, además de ver el progreso a trabajar en las áreas de oportunidad.
Anima a los empleados a seguir una formación profesional. La posibilidad de desarrollarse profesionalmente es una de las motivaciones más fuertes.
Permite que tus colaboradores tomen sus propias decisiones. Un sentido de la responsabilidad ayudará a los empleados a trabajar con más atención y rapidez.
El agotamiento es uno de los retos de la motivación. Así que presenta como una norma el salir del trabajo a tiempo.
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