Si ambicionas progresar como profesional a través de un posgrado y te estás planteando principalmente un MBA o una Maestría en Finanzas, vas por buen camino, ambas opciones son excelentes. Sin embargo, tienen diferencias notables, y debes tener en cuenta ciertos factores importantes para decidir cuál de las dos te conviene más.
Antes que nada, empecemos por la definición de cada programa:
MBA: Un MBA o Maestría en Administración de Empresas, es un posgrado que busca formar directivos de negocios brindando conocimientos pluridisciplinares, como finanzas, economía, marketing, logística, recursos humanos, management, etc. Ofrece una visión global sobre el funcionamiento de una empresa y de los departamentos que la componen.
Maestría en Finanzas: Se trata de un programa de especialización que tiene por objeto capacitar al alumno en todo lo relacionado a la administración de los recursos financieros de una compañía. Se estudian temas como finanzas empresariales, gestión de inversiones, banca de negocios y análisis financiero. Está dirigido especialmente a titulados en las áreas de Finanzas, Economía, Negocios, Contabilidad, Administración, y otras afines. Aunque también puede ser abordada por egresados de otras disciplinas.
Por tanto, la diferencia principal radica en que el MBA abarca una formación global; mientras que una Maestría en Finanzas está más enfocada. El primero busca generar conocimientos para la gestión parcial o total de las operaciones de una empresa; y el segundo pretende formar para todo lo relativo al manejo y control de las finanzas de una organización.
Ambos perfiles, aunque con roles muy diferentes, son esenciales para el correcto funcionamiento de una empresa. La gestión empresarial y financiera son tareas que, por su relevancia, se delegan a figuras de altos cargos. Personas con gran preparación académica y con amplia trayectoria profesional son los que desempeñan este tipo de responsabilidades.
En el área de los negocios, un gran porcentaje de los aspirantes de posgrado buscan dedicarse al sector de las finanzas. Este interés se ha mantenido relativamente estable durante los últimos años, y es lo que explica, en parte, la razón de esta constante disyuntiva entre el MBA y el Máster en Finanzas.
Ninguno es mejor que otro. Tanto el MBA como la Maestría en Finanzas se plantean como una opción sólida para desarrollar una carrera exitosa. El MBA está propuesto para quienes desean formarse como directivos de negocio; y la Maestría en Finanzas se vuelca más para aquellos que tienen gusto por la gestión del dinero.
En esencia, la elección va a depender de los objetivos profesionales y gustos personales de cada persona.
Como hemos mencionado, en el MBA las asignaturas son variadas. Dado que el estudiante necesita una visión integral sobre la operatividad de una empresa, se exploran asignaturas como contabilidad, finanzas, operaciones, mercadotecnia, RR. HH., y más. Todos estos temas son tratados para que resulten relevante en la administración de empresas.
En el Máster de Finanzas, la malla curricular es más focalizada, conteniendo temas relacionados a la inversión, tesorería, banca, riesgo, deuda, crédito, negociación, liquidez, apalancamiento, rentabilidad, y otros módulos relevantes para la carrera.
Así como la formación de un MBA es pluridisciplinar, las salidas profesionales también lo son. Un titulado en MBA puede tener la oportunidad de ejercer cargos directivos en diversos departamentos o áreas, siendo estos: Director Ejecutivo (CEO), Director de Marketing (CMO), Director de Operaciones (COO), Director de Comunicación (CCO), Director de Proyectos, Gerente de Producto, e incluso Director de Finanzas (CFO).
Por otro lado, los puestos a los que puede acceder un egresado de una Maestría en Finanzas son más concentrados al área financiera. Por ejemplo: Director Financiero (CFO), Consultor en Finanzas, Controller Financiero, Especialista en Finanzas, Analista Financiero, Administrador de Finanzas, y Responsable de Contabilidad.
Ambos perfiles pueden asumir cargos laborales de alta responsabilidad. Sin embargo, el MBA por naturaleza dispone de un mayor número de puestos directivos, mientras que en el Máster en Finanzas este número es más acotado.
Recordemos que un graduado de MBA cuenta con un mayor rango de oportunidades laborales en el alto nivel jerárquico, tanto de CEO, como de responsable de departamento.
Otra alternativa que surge en medio de esta encrucijada es el MBA con Especialidad en Finanzas, una combinación de ambas disciplinas en un mismo programa de posgrado. Resulta ideal para quienes están fuertemente indecisos sobre qué camino elegir.
Más información en: ¿Qué es un MBA en Finanzas?
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Empresas
Empresas
Empresas
Comentarios