Cuántos tipos de másteres existen es una cuestión que va a depender particularmente de ciertos parámetros de clasificación. En este caso, hemos identificado tres factores principales para realizar esta lista: regulación, habilitación, y modalidad.
Es un posgrado cuya titulación cuenta con el reconocimiento del Estado y del prestigio de la universidad que lo imparte. Se encuentra acreditado por la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) y está homologado dentro de los países miembros del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
La obtención de un título oficial permite el acceso hacia estudios de doctorado.
Se trata de un posgrado cuyo título no tiene validez oficial, pero debido a su versatilidad para adaptarse a los constantes cambios del mercado, brinda gran valor curricular de cara al mundo laboral. Dada su naturaleza no oficial, no concede acceso hacia el doctorado.
Es aquel máster que permite ejercer una determinada profesión regulada. En España existen ciertas actividades laborales que, para poder ser realizadas, es obligatorio contar con un título habilitante.
Es el caso de, por ejemplo, la abogacía o la arquitectura, cuyas prácticas profesionales requieren indispensablemente de un título de máster en su rubro.
Formación que no conduce a la obtención de un título oficial para el ejercicio profesional de una actividad regulada en España. En este sentido, este tipo de máster puede ser tanto oficial como privado. Un máster, aunque sea oficial, no necesariamente es habilitante.
Precisa de la asistencia regular del estudiante a un aula física. Es la manera tradicional de abordar un máster. Dispone de un horario fijo al que cumplir e impulsa la interacción natural que siempre ha existido entre estudiantes y profesores en centros universitarios.
Es el máster que se imparte aprovechando las nuevas tecnologías digitales: plataformas online de nivel superior, herramientas de comunicación, softwares para la realización de clases en vivo, correos electrónicos, bibliotecas virtuales, etc.
En este formato se necesita de un ordenador y conexión a internet, y no requiere que el estudiante acuda a ningún sitio físico, con excepción de algunas universidades, donde se exigen la asistencia presencial para ocasiones más específicas, como la toma de exámenes importantes.
Combina elementos del aspecto presencial y online. Es decir, el estudiante se forma a través de las tecnologías de educación virtual y al mismo tiempo asiste a clases presenciales. Esta metodología ofrece, al igual que la modalidad online, mayor flexibilidad en los estudios, puesto que no es necesario desplazarse de forma diaria a una escuela física.
Además, una ventaja adicional con respecto a los cursos 100% online, es que el alumno no se desprende totalmente de sus tutores y compañeros de clases, debido al contacto ocasional y constante que se produce durante todo el máster.
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