Para corregir los desequilibrios de la balanza de pagos, los gobiernos tratarán, lógicamente, de fomentar las exportaciones. Pero para ello, en algunos casos, se sentirán tentados a utilizar medidas perjudiciales para el resto de los países, por lo que pueden provocar reacciones indeseables. Además, siempre está la tentación de establecer barreras a las importaciones y barreras al comercio exterior.
Hay varios tipos de barreras al comercio exterior (importaciones):
Son barreras a las importaciones que imponen los gobiernos, ya sea de manera unilateral o bajo los acuerdos de las instituciones internacionales que todos los países miembros de esas instituciones acatan. La prohibición la prohibición de comerciar puede ser total o parcial con la prohibición de la venta o compra de determinados bienes o servicios. Como ejemplo son los bloqueos a países dictatoriales como fue en su momento Irak para toda la comunidad internacional, la prohibición de comerciar con Cuba para todas las empresas estadounidenses, etc.
Se trata de barreras al comercio exterior que incrementan el precio del bien importado para proteger la entrada de mercancías que pudiera perjudicar el sector económico del país importador. Para algunos países estas barreras tienen un mero fin recaudatorio siendo la principal fuente de ingresos de los Estados, situación que se da en los países menos desarrollados.
La determinación de esta barrera viene dada por el Arancel que es un impuesto indirecto, y que estudiaremos en profundidad a lo largo de los siguientes capítulos.
Este tipo de barreras al comercio exterior se denominan medidas de efecto equivalente según el derecho comunitario y cuya misión es la de dificultar el comercio exterior por diferentes motivos: sanidad pública, defensa de los consumidores, defensa de la naturaleza, medio ambiente, etc.
Así, podemos hablar de barreras no arancelarias, tales como:
Se trata de barreras a las importaciones cuya finalidad principal es la de garantizar unos cánones de calidad en los productos de importación y asegurarse que los productos cumplen con unas condiciones mínimas sanitarias y de seguridad técnica. Entre todas ellas destacan:
Son los impuestos que se imponen a la entrada de mercancías en un país tales como el impuesto sobre el Valor añadido (IVA) y los Impuestos Especiales (II.EE) que gravan las labores del tabaco, el alcohol y los hidrocarburos.
Dentro de las barreras fiscales también podemos destacar las siguientes barreras:
Los acuerdos internacionales llevados a cabo para derribar estas barreras no servirán de nada si no hay una voluntad liberalizadora, clara y firme. La imaginación de los dirigentes políticos podrá siempre descubrir, nuevos métodos “no prohibidos” de dificultar las importaciones.
Los instrumentos de fomento a la exportación son de varios tipos: comerciales, financieros y fiscales.
Los gobiernos prestan apoyo comercial a sus exportadores ofreciéndoles facilidades administrativas, servicios de información y asesoramiento e incluso promocionando directamente los productos originados en el país mediante publicidad, exposiciones y ferias internacionales.
Las ayudas financieras a la exportación son principalmente los préstamos y créditos a la exportación, frecuentemente con tipos de interés muy bajo, y los seguros gubernamentales que cubren los riesgos empresariales incluso el riesgo derivado de perturbaciones políticas o bélicas. Entre las ayudas financieras hay que incluir las medidas de tipo monetario que actúan sobre el tipo de cambio haciendo que los productos nacionales resultan más baratos en el extranjero.
Los instrumentos fiscales consisten en las desgravaciones fiscales, la devolución de impuestos y las subvenciones directas. Estos instrumentos son los menos aceptados internacionalmente, ya que pueden conducir a situaciones de dumping, a que el producto se venda en el extranjero a un precio inferior al nacional e incluso a precios inferiores a su coste.
En los últimos años se han multiplicado las denuncias contra el dumping ecológico y social. Se denomina dumping ecológico a las exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen con métodos productivos muy contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. Se denomina dumping social a las exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen mediante trabajadores mal pagados, trabajo infantil, trabajo de presos, etc.
Con el fin de combatir el dumping, los países aplican medidas de tipo arancelario, no arancelaras y judiciales.
Por consiguiente, si no existieran barreras a las importaciones, ni ayudas artificiales a las exportaciones, los movimientos internacionales de bienes y servicios se producirían exclusivamente por razones de precio y calidad. Esa es, en el fondo, la única forma sostenible de mejorar la posición internacional y la relación real de intercambio de un país: conseguir producir con mayor eficacia, más calidad, y a menor coste. Y para ello, lo que hay que hacer es mejorar la organización productiva, la formación de los trabajadores y las tecnologías.
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