La dislalia es un término médico en el que se describe un trastorno del lenguaje que se caracteriza por la incapacidad de pronunciar palabras o de hablar correctamente. Es un síntoma, no un diagnóstico.
Las causas de la dislalia son muchas, como por ejemplo: la discapacidad auditiva, la anormalidad estructural de los órganos del habla, el retraso mental o los problemas de aprendizaje. Debe hacerse un diagnóstico y consultar a un experto (un logopeda o a un otorrinolaringólogo) cualificado antes de iniciar cualquier tratamiento.
Clasificación de la dislalia y síntomas
Se trata de un tipo de trastorno del lenguaje que se clasifica por el cambio, la ausencia o la sustitución de algunos fonemas por otros incorrectos.
Existen diferentes tipos de dislalias:
- Dislalia fisiológica: Los órganos del niño no están lo suficientemente maduros para pronunciar ciertas palabras. Esta situación es bastante normal y no hay que preocuparse por ella, a no ser que se prolongue demasiado.
- Dislalia audiógena: tal y como su nombre sugiere, esta dificultad en el habla está causada por un defecto auditivo del niño que le impide imitar los sonidos correctamente.
- Dislalia funcional: puede producirse tras un largo periodo de dislalia fisiológica cuando los órganos han madurado. Se asocia a un defecto en la redacción del mensaje.
- Dislalia orgánica: este tipo de patología también se denomina disglosia y está asociada a defectos en los órganos que intervienen en el habla.
Normalmente, a partir de los cinco años, los niños pueden pronunciar bien y sin dificultad todos los fonemas, aunque a veces puede costar un poco más la "R". A su vez, a partir de los cinco años, la dificultad grave para pronunciar ciertos fonemas o palabras es un síntoma clave de la dislalia.
Terapias modernas
En función de la causa, un logopeda u otorrinolaringólogo ofrecerá una terapia o tratamiento adaptado al paciente, que se basará en la realización de ejercicios para mejorar los músculos utilizados para la pronunciación y para mejorar la articulación, así como ejercicios de respiración y expresión. En el caso de que la causa del habla sea un defecto de desarrollo, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregirlo.
El tratamiento de las deficiencias del habla incluye ejercicios que crean un desarrollo armonioso de las diferentes áreas:
- Ejercicios generales (imitación de movimientos de marcha, movimientos de brazos y cuello, imitación de aplausos, ejercicios para fortalecer los músculos abdominales y pectorales, etc.).
- En función del diagnóstico, los ejercicios de gimnasia pueden realizarse con diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, los trastornos de la escritura requieren el entrenamiento de la mano, y los dedos.
Movilidad del aparato fonoarticular:
- Con ejercicios de movilidad de la mandíbula: abrir y cerrar la boca, bajar y subir la mandíbula, morder.
- Con ejercicios de movilidad de la lengua: juegos lingüísticos "el gato bebe leche", tictac del reloj, pronunciación rápida y repetida de la sílaba "la".
- Con ejercicios para los labios y las mejillas: chupar las mejillas, apretar los labios, vibrar los labios, sonreír, inflar las mejillas,
- Con ejercicios de paladar blando: imitación de bostezos, ejercicios de deglución.
Dichos ejercicios son sólo para la fase inicial, previa a la pronunciación de los sonidos; después, sólo se utilizan los ejercicios necesarios para realizar el sonido.
Lo que puedes hacer por tu cuenta
Como has visto antes, los trastornos del lenguaje afectan a más de una parte del habla y, en consecuencia, no hay una única forma de ayudar a tu hijo a mejorar sus dificultades de habla.
- Antes de empezar, investiga si tu hijo tiene una discapacidad del lenguaje, o si simplemente tiene problemas para comunicarse. Haz lo que puedas a fin de ayudar a tu hijo a comunicarse mediante distintas formas: escuchando música, cantando y escuchando a los demás.
- Otro elemento útil es la lectura, que puede ser interactiva. Conversa sobre lo que han leído, las imágenes, lo que sucede en la historia, lo que creen que sucederá, etc.
- Entender el problema es también un buen comienzo para ayudar a tu hijo. En caso de duda, acude a un especialista que te ayude a entender mejor lo que ocurre.
La terapia del lenguaje puede ser prescrita al paciente para ayudar a restaurar el habla normal y mejorar la comunicación. Algunos de los objetivos de la logopedia individual pueden ser el ajuste del ritmo del habla, el fortalecimiento de los músculos, el refuerzo del apoyo respiratorio, la mejora de la articulación y el apoyo a los familiares para que se comuniquen con el paciente.
El logopeda puede recomendar que se prueben otros métodos de comunicación si la logopedia no es eficaz. Estos métodos de comunicación pueden incluir señales visuales, gestos, un tablero alfabético o tecnología informática.
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