"Los bancos podrían considerarse como las venas por las que fluye la sangre al conjunto del cuerpo humano, en este caso, el dinero al conjunto de la economía. Si esas venas se obstruyen, los problemas a los que nos enfrentaríamos serían elevados.”
La función fundamental del sistema financiero es la de garantizar una eficaz asignación de los recursos financieros. Esto significa que el sistema financiero ha de proporcionar al sistema económico los recursos financieros necesarios y apropiados no sólo en su volumen o cuantía, sino también en su naturaleza, plazos y costes.
Tal función radica en:
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Las distintas necesidades y deseos que tienen los prestamistas y los prestatarios sobre el grado de liquidez, de rentabilidad y de seguridad/riesgo de los activos financieros.
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La no coincidencia, en general, de prestamistas y prestatarios, es decir, de las unidades que tienen superávit y déficit.
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El sistema financiero es complejo, ya que está integrado tanto por los instrumentos financieros como por las instituciones o intermediarios, los mercados y las autoridades encargadas de controlarlo.
Podemos enumerar las siguientes funciones adicionales que cumple el sistema financiero.
Complementarias de la función mencionada anteriormente:
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Fomentar e incentivar tanto el ahorro como la inversión productiva de una economía, al captar el ahorro de las unidades con superávit y canalizarlo hacia las unidades con déficit:
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Captación de capital. Captar ahorro.
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Canalización. El sistema financiero debe ofrecer un fácil acceso a las fuentes de financiación.
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Creación de liquidez. La liquidez consiste en la conversión de un producto financiero en dinero. El dinero corriente y las tarjetas de pago son los productos financieros de mayor liquidez del sistema financiero.
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El efectivo en circulación, billetes y monedas, supone un 10% de la liquidez total.
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El resto del dinero lo crean las entidades financieras con la concesión de préstamos y créditos y la disponibilidad de fondos captados a los ahorradores.
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Por tanto, es necesario exigir a las entidades financieras un máximo de solvencia. Todo este proceso lo controla la autoridad monetaria.
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Contribuir a la estabilidad monetaria y financiera y permitir el desarrollo de una política monetaria activa por parte de la autoridad monetaria. El cumplimiento de esta función dependerá de la mayor o menor eficiencia de los mecanismos de gestión del riesgo del sistema financiero y de la supervisión/control llevada a cabo por el sistema financiero.
Los bancos podrían considerarse como las venas por las que fluye la sangre al conjunto del cuerpo humano, en este caso, el dinero al conjunto de la economía. Si esas venas se obstruyen, los problemas a los que nos enfrentaríamos serían elevados.
Un sistema financiero será más eficiente cuanto mayor sea el flujo de ahorro dirigido hacia la inversión y cuanto más se adapte a las necesidades y preferencias individuales de los agentes implicados. En la práctica no es fácil evaluar con precisión el grado de eficacia exacto de un sistema financiero.
Se utilizan principalmente los siguientes indicadores:
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Indicadores cuantitativos:
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Dimensión absoluta del sistema financiero: cuantifica el volumen total de recursos financieros canalizados a través de él.
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Dimensión relativa del sistema financiero: cuantifica el volumen total de recursos financieros canalizados a través de él.
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Indicadores cualitativos:
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La fluidez y la elasticidad son indicadores cualitativos importantes, aunque difíciles de medir.
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El grado de libertad que existe en el sistema financiero.
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Libertad de precios y cantidades: Esta libertad, característica de un sistema de competencia perfecta, debe ser matizada en un sistema financiero:
- Libertad de operaciones: Consiste en la facilidad para realizar todo tipo de operaciones tanto para oferentes como para demandantes.
- Libertad de entrada y salida: Se refiere a la libertad de acceso de las entidades al sistema financiero. La libertad de acceso de las entidades al sistema financiero tiene que complementarse con garantías de solvencia de las mismas.
Las autoridades monetarias deberán intervenir y controlar en cierta medida, con el fin de cumplir los objetivos de la política monetaria tales como la estabilidad de precios y el crecimiento económico. Este control contribuirá a una mayor estabilidad y seguridad en la canalización del ahorro hacia la inversión productiva.
Si no existe dicho desarrollo del sistema financiero, las autoridades económicas tendrían que llevar a cabo vigorosos procesos de reforma tendentes a incrementar la eficiencia del sistema financiero con el fin de que éste sea instrumento óptimo para la transformación de los recursos financieros procedentes del ahorro en inversión productiva, generadora de desarrollo y bienestar.