PSICOLOGÍA
La evaluación de portafolio de H. Gardner
Se conoce como modelo de evaluación de portafolio aquel que se refiere al procedimiento de valoración de la competencia cognitiva de los niños y adolescentes en su propio contexto de aprendizaje. Este proceso incluye estrategias, nichos, competencias, estilos de trabajos y la forma en que se abordan las actividades formativas mediante las inteligencias. También incluye las observaciones de los cuidadores, profesores y padres.
La evaluación debe de realizarse de modo contextualizado, tratando de reflejar claramente la evolución del niño o adolescente a lo largo de un proceso largo. Esto permite ejecutar un programa de rendimientos, logros y objetivos a lo largo de un periodo escolar determinado. Las experiencias que se han utilizado con jóvenes en programas de evaluación de portafolio han demostrado ser más fructíferas que las de evaluación clásica.
Algunos puntos básicos para desarrollar una evolución basada en el portafolio:
- Historia: anécdotas o incidencias que pueden reflejar la relación del adolescente con el resto. No son estrictamente cuestiones académicas, sino detalles o evidencias que nos pueden ayudar a comprender al alumno, y cómo este aborda o resuelve el problema.
- Carpeta de trabajo: muestra representativa de los diferentes trabajos realizados por el joven a lo largo del periodo evaluado.
- Grabaciones en vídeo o audio: muestran las intervenciones contextuales con otros adolescentes y permiten contemplar cómo este resuelve sus problemas, cómo toma decisiones o como se relaciona.
- Fotografías: determinan ciertos momentos dentro y fuera del aula.
- Tablas de progreso: de los mismos alumnos en los que queda constancia de la realización de las actividades: libros leídos, metas propuestas, objetivos, etc.
- Sociogramas.
- Evaluaciones por criterios.
- Test de las inteligencias o particulares en habilidades específicas: empatía, altruismo…
- Entrevistas con los alumnos, padres, etc.
Uno de los aspectos más interesantes en las IM es la observación en diferentes dominios o áreas. A partir de la observación, podremos constatar la existencia de esos estilos que nos pueden dar información importante sobre las capacidades que usa para desenvolverse en situaciones determinadas.
La evaluación nos propone una mirada directa al estilo de trabajo del joven, este marcará una pauta respecto al éxito o al fracaso del mismo. Si el profesor conoce el estilo de trabajo, puede ayudar más a su éxito.
Estilos de trabajo del adolescente:
- Inseguro.
- Confiado en sí mismo.
- Serio o retraído.
- Divertido o alegre.
- Reflexivo o científico.
- Impulsivo.
- Distraído.
- Concentrado.
- Resistente a participar.
- Participativo.
- Callado.
- Hablador.
- Lento.
- Rápido.
- Constante.
- Inconsciente.
- Creativo.
- Observador.
- Curioso.
- Centrado.
El profesor actúa de observador a la hora de hacer un seguimiento que permita detectar cuál es el estilo de aprendizaje que el estudiante tiene en relación a una materia o serie de materias.
Los puntos a observar serán:
- Cuidado de la planificación y estructuración de las tareas.
- Destreza de la actividad.
- Uso más o menos de los materiales.
- Expresión de la satisfacción después de haber realizado trabajos.
- Atención a los detalles.
- Preocupación por encontrar la respuesta adecuada.
- Relación con los otros adultos.
Cada profesor tiene una serie de guías de observación según la actividad que se observa. En estas, debe de anotar hechos, acontecimientos o interacciones destacadas con el alumno en relación a las IM. Se puede usar la observación directa sobre las destrezas, habilidades o conocimientos que no es fácil de detectar sobre otros procedimientos de evaluación. También fotos, vídeos, gráficos, trabajos, etc.
Son muy importantes los padres y el medio familiar, teniendo en cuenta que la situación nos permite observar cuánto se sienten vinculados a estos los niños o adolescentes y cuánto valoran los padres el trabajo de sus hijos, por ejemplo.
Para que esta evaluación sea eficaz, es muy importante dar a conocer a los padres el trabajo particular de las IM, la filosofía, adiestrarlos en la observación de datos, observar la atención y hacerles cómplices del proceso de aprendizaje.
En relación a las aportaciones que se hace a la evaluación desde las IM, tenemos:
- Evaluación dinámica y abierta de las IM, valorando los conocimientos, habilidades, hábitos de trabajo, estrategias del proceso de enseñanza y aprendizaje, con diferencia de lo que serían las pruebas psicométricas clásicas.
- La evaluación de las IM se realiza en un medio natural para el alumno.
- La evaluación se basa en puntos fuertes y débiles, no hay error.
- Hay una gran visión de estrategias que permiten alcanzar una visión más precisa del alumno.
- La evaluación de las IM describe la forma en que el adolescente realiza el estilo de aprendizaje, utiliza su conocimiento y habilidades, permitiendo que los padres y educadores participen.
- Es un proceso inclusivo implícito y explícito.
- No hay una comparación con otros, sino intrapersonal.
Las evaluaciones de las IM deben de ser contextualizadas, permitir diversos modos de respuesta y hacer que el aprendizaje sea agradable cuando el joven usa sus inteligencias.
El primer paso para realizar el portafolio es organizar un plan de diez pasos que se expresa a continuación:
- Establecer un plan para la utilización de los portafolios.
- Recopilar las muestras del trabajo en diferentes áreas.
- Fotografías, vídeos.
- Utilizar los diarios de aprendizaje del aula.
- Mantener entrevistas con los alumnos.
- Hacer anotaciones sistemáticas.
- Realizar anotaciones anecdóticas o particulares.
- Escribir informes.
- Mantener conversaciones sobre los portafolios.
- Preparar material para el siguiente portafolio.
Existen tres tipos de portafolios:
- Portafolios privados: los que tienen los docentes, son de carácter confidencial.
- Portafolios integrados: integrados por muchos materiales de la comunicación (padres, docentes, jóvenes) donde se ve la evolución del adolescente. Este es el más importante dado que tiene una información más completa, global y progresiva sobre el rendimiento de las inteligencias. Permite diseñar información, proponer, acumular materiales o utilizar estrategias más variadas o adecuadas al adolescente en cuestión.
- Portafolios acumulativos: elaborados por el maestro, permiten ver la curva de evolución del adolescente a lo largo de diferentes niveles educativos.
En cualquier caso, los portafolios pueden tener muestras de los trabajos, desde dibujos, textos, cartas... Se puede guardar en papel o fotografías y luego archivarlo en un USB o CD del alumno.
Comentarios 1
Buenas tardes.
Esta información parece muy útil. Destacé tantos detalles.
Gracias al autor.
Buena suerte
Greg