Cada día nos enfrentamos a una gran tensión moral. Inestabilidad económica y social, incertidumbre sobre el futuro, miedo por familiares y amigos: todo esto es un gran estrés. ¿Cómo mantener la tranquilidad y no perderte? La musicoterapia viene al rescate.
La música es uno de los métodos más accesibles para lidiar con el estrés. La musicoterapia mejora el estado de ánimo, mejora el sueño, la atención, la memoria, alivia los síntomas de la depresión e incluso alivia el dolor.
¿Qué áreas cubre la musicoterapia?
- Emocional-psicológico
- Físico
- Cognitivo (pensamiento)
- comunicativo
- social
Objetivos de la musicoterapia:
- Desarrollar la capacidad de tomar decisiones.
- Hacer frente a situaciones de conflicto
- Mejorar la calidad de vida
- Desarrollar confianza en uno mismo
- Adquirir la capacidad de controlar la situación.
- Aumente la productividad y el rendimiento
- El punto importante es que estas habilidades deben aplicarse en la vida cotidiana. Es entonces cuando la terapia tendrá un efecto positivo.
Existen diferentes tipos de musicoterapia:
- Individual
- Familia
- Reactivo (cuando una persona escucha música y expresa su reacción)
- Activo (la persona misma toca o canta)
- Interactivo (cuando ciertas acciones tienen lugar con la música)
Clases terapéuticas
Las clases terapéuticas también tienen lugar de diferentes maneras. Puedes cantar, escribir o comentar canciones, jugar diferentes juegos musicales, dibujar con la música, meditar, bailar o hacer ejercicios físicos. Tales clases, además del beneficio general, brindan una oportunidad para mostrar sus habilidades y acompañar el desarrollo positivo del individuo.
A menudo, los psicólogos en su trabajo con musicoterapia utilizan los siguientes métodos y técnicas :
- escribir música o canciones
- improvisación (vocal o musical)
- tocar instrumentos musicales o equipos de música digita
- individual o en grupo escuchando música grabada
- cantando
¿Qué efecto tiene la musicoterapia en el cliente?
La música puede influir en la atención, la percepción, las emociones, la cognición, el comportamiento y la comunicación de un cliente. También puede ayudarlo a relajarse y disfrutar de la música. Aprender música promueve habilidades para decodificar características acústicas como el tono y la modulación de frecuencia.
Además, la música afecta la actividad de varias estructuras cerebrales. Los estudios de neuroimagen funcional han demostrado que escuchar música puede influir en las estructuras subyacentes del procesamiento emocional (estructuras límbicas y paralímbicas) tanto en músicos como en no músicos.
Los efectos fisiológicos periféricos de escuchar música y crear música todavía se están estudiando. Sin embargo, dada la influencia de las emociones en el sistema nervioso autónomo, endocrino e inmunológico, y el hecho de que la música tiene la capacidad de evocar y modular las emociones, los investigadores sugieren que la musicoterapia se puede utilizar para tratar trastornos asociados con disfunciones y desequilibrios en estos sistemas.