La transformación digital se define como el proceso mediante el cual las organizaciones utilizan tecnologías digitales para crear cambios trascendentales en sus operaciones, estrategias y modelos de negocio, con el fin de adaptarse y aprovechar las oportunidades ofrecidas por la era digital.
Este proceso no es reciente; aunque ha tomado fuerza principalmente desde la década del 2010, su origen se remonta a la adopción masiva de internet y la digitalización inicial en los años 90.
Retos de la transformación digital
Como en todo proceso de profunda remodelación, la transformación digital presenta ciertos desafíos a tener en cuenta. Algunos de los más comunes son los siguientes:
Costos
La transformación digital puede precisar de una inversión importante de dinero en tecnología, capacitación, infraestructura y procesos. Estos costos pueden llegar a ser un obstáculo importante, especialmente para las pymes (pequeñas y medianas empresas).
Estrategia definida
La falta de una estrategia bien definida puede conducir a una implementación poco efectiva de la transformación digital. Por ende, es crucial desarrollar una estrategia digital integral que esté alineada con los objetivos de negocio.
Falta de liderazgo digital
La ausencia de un líder capacitado en temas digitales puede en gran medida limitar la efectividad de la transformación digital. Los líderes ejercen una influencia decisiva en la motivación, dirección y ejecución de la estrategia digital. Por tal razón, es necesario formar o contratar líderes con experiencia en transformación digital, para que sea este quien oriente todo el proceso de dicha estrategia.
Balance entre lo digital y lo físico
Encontrar el equilibrio adecuado entre operaciones digitales y físicas puede resultar complejo, especialmente en sectores donde la interacción física es importante para la experiencia del cliente. Hay que evaluar cuidadosamente cuáles procesos y servicios pueden beneficiarse de la digitalización y cuáles deben mantenerse físicos.
Adopción por parte de los clientes
Es común que los clientes puedan mostrarse reacios a adoptar nuevas tecnologías y cambios en los servicios a los que están acostumbrados. Esto, evidentemente, puede obstaculizar o ralentizar cualquier proceso de transformación digital.
Aquí puede ser útil involucrar a los clientes en el proceso de transformación, más que nada para obtener retroalimentación y ajustar las implementaciones nuevas según sus preferencias. Asimismo, de cara a ganar la aceptación de los clientes, puede ser interesante brindar soporte para enseñarles a usar las nuevas tecnologías, y comunicar claramente las mejoras que las mismas traen consigo.
Resistencia a cambiar las formas tradicionales de trabajo
Un problema típico en los procesos de transformación digital es la resistencia manifestada por parte de los empleados a abandonar ciertas prácticas tradicionales a las que están acostumbrados. Los trabajadores, habituados a procesos tradicionales, pueden ver las nuevas tecnologías como una amenaza a su rutina diaria.
Oportunidades de la transformación digital
No obstante, a pesar de los diferentes desafíos que plantea, los beneficios de la transformación digital, en caso de ejecutarse apropiadamente, lo compesan:
Automatización de tareas rutinarias
La automatización es el uso de tecnología para realizar tareas repetitivas o rutinarias de manera automática, sin intervención humana directa. En el contexto de la transformación digital, esto implica identificar procesos que pueden ser sistematizados mediante software, robots o sistemas inteligentes. Cuando una organización automatiza ciertas tareas, libera a sus empleados para que se concentren en actividades más estratégicas y creativas, es decir, de mayor valor añadido.
Posibilidad de desarrollar nuevos modelos de negocio en la esfera digital
Una de las vertientes más interesantes de la transformación digital es la posibilidad que esta brinda de desarrollar nuevos negocios basados en tecnologías digitales. Cuando una empresa hace la transición de lo tradicional a lo digital, puede encontrarse (aunque sea por casualidad) con la oportunidad de diversificar sus productos y servicios en este nuevo terreno. Por ejemplo, una empresa que originalmente vendía productos físicos puede comenzar a ofrecer servicios digitales complementarios.
Fomento de la adquisición de habilidades digitales
Cuando una empresa comienza a implementar tecnologías digitales (por un proceso de transformación digital, por ejemplo) sus empleados son forzados a desarrollar nuevas habilidades para poder adaptarse y manejar los nuevos sistemas. Aunque en principio esto pueda parecer una carga, en realidad representa una oportunidad bastante provechosa para el crecimiento profesional y personal de los empleados. Cuando aprenden a utilizar una variedad de herramientas digitales, los trabajadores no nada más mejoran su empleabilidad a largo plazo, sino que también contribuyen notoriamente al éxito y a la competitividad de la empresa en el mercado digital actual.
Mejora en la experiencia del cliente
Toda empresa que busque ser y mantenerse exitosa, siempre querrá mejorar la experiencia de sus clientes. En este sentido, la transformación digital permite mejorar esta experiencia mediante la personalización de productos, la optimización de procesos de atención al cliente, el uso de análisis predictivo para anticipar necesidades, y la creación de canales de comunicación efectivos.
Aterrizaje a nuevos mercados
Bien es sabido que una de los aspectos más representativos del panorama digital es internet. Este revolucionario medio de comunicación y comercio permite a las empresas adentrarse a nuevos mercados, tanto a nivel nacional como internacional. A través del internet, las empresas pueden establecer presencia global mediante plataformas digitales como sitios web, redes sociales, y plataformas de comercio electrónico, siendo estas plataformas altamente útiles para llegar a muchos más usuarios.
Mejora en la toma de decisiones gracias al acceso a grandes volúmenes de datos
Por último, aunque es un beneficio más complicado de obtener dado el personal cualificado que se necesita, las empresas pueden mejorar enormemente la precisión de su toma de decisiones gracias a la cantidad ingente de información que pueden adquirir y procesar mediante técnicas de análisis de datos. Con la digitalización, las organizaciones pueden recopilar, almacenar y analizar grandes cantidades de datos provenientes de diversas fuentes (clientes, operaciones, mercado, etc.).
Sin embargo, como hemos comentado, es crucial contar con personal calificado en el área para gestionar e interpretar estos datos de manera apropiada. Este personal cualificado incluye, por ejemplo, científicos de datos, ingenieros de datos, especialistas en inteligencia de negocios (BI), y expertos en inteligencia artificial (IA).