La postura más aceptada tradicionalmente proponía la existencia de una determinada combinación entre recursos propios y ajenos que define la EFO o estructura de capital óptima. Esta teoría puede considerarse como una postura intermedia entre las 2 posiciones extremas antes expuestas (teoría del resultado neto y teoría del resultado de explotación).
Llamaremos K0 al coste ponderado promedio de capital, que es el coste del conjunto de inversiones en la empresa, o la tasa de descuento media que los inversores utilizan para estimar el valor global de la empresa. Según el enfoque tradicional, la financiación con deuda tiene un menor coste que la obtenida al ampliar capital puesto que los inversores asumen menos riesgo cuando suscriben deuda y en consecuencia exigen menor rentabilidad.
Por tanto, para niveles bajos de deuda, si una empresa se financia en mayor proporción con deuda, reducirá su coste promedio ponderado de capital y aumentará el valor de la empresa. Sin embargo, a partir de un determinado nivel de endeudamiento, los accionistas empezarán a exigir una rentabilidad mayor para compensar los riesgos asumidos.
En consecuencia, el coste ponderado promedio de capital (K0) decrece hasta cierto punto a partir del cual comienza a aumentar, existiendo por tanto un punto óptimo que minimiza los costes.
El K0 (coste promedio ponderado de capital), es una función creciente del ratio de endeudamiento. En este sentido se acerca a la posición del Resultado de Explotación, pues un aumento del nivel de endeudamiento hace que se incremente el riesgo financiero de la empresa y con ello el coste del capital propio. A partir de un determinado nivel de deuda, un incremento del nivel de endeudamiento puede suponer un incremento más que proporcional de K0.
El coste promedio ponderado del capital es decreciente pero no continuamente. A partir de un determinado nivel de endeudamiento se vuelve creciente.
Los ahorros que se logran por intensificar el uso de la deuda (de menor coste que el capital propio), se ven parcial, pero no totalmente, compensadas por el incremento del K0 que produce el aumento del riesgo financiero, por lo que el uso de deuda es ventajoso, ya que produce un descenso en el coste promedio ponderado de capital.
Sin embargo, a partir de cierto nivel de endeudamiento el coste de los recursos propios aumenta a un ritmo tal que las economías derivadas del uso de deuda son superadas por las deseconomías causadas por el incremento del coste de los recursos propios, lo que da como resultado un incremento en el coste promedio ponderado del capital.
Función del valor de la empresa:
- Siendo V el valor de la empresa
- L el endeudamiento
- L0 un determinado nivel de endeudamiento a partir del cual los accionistas empezarán a exigir una rentabilidad mayor para compensar los riesgos asumidos.
La teoría tradicional indica que existe una estructura de capital óptima, ya que, existe una relación deuda-fondos propios que maximiza el valor total de mercado de la empresa: existe un nivel determinado de endeudamiento, en el cual el coste promedio ponderado de capital se hace mínimo y por tanto se maximiza el valor de la empresa. Pero esta teoría no aporta ningún razonamiento matemático sobre el cálculo del valor óptimo. Esta postura es un “compromiso” entre las posiciones RN y RE, ya que la primera (RN) defiende un endeudamiento infinito y la segunda (RE), la indiferencia absoluta al respecto.