Un adolescente se enfrenta a muchos problemas mientras crece, entre ellos el estrés de la adolescencia. El estrés es una causa frecuente de trastornos mentales entre los adolescentes. Si el adolescente no recibe el apoyo adecuado durante el periodo de transición, puede acabar sufriendo una crisis nerviosa a una edad más avanzada, que es casi imposible de tratar.
Si los padres notan un cambio repentino en el comportamiento del adolescente (ha cambiado de aficiones, ha dejado de interesarse por algo que le gustaba desde hace tiempo) esto puede ser un indicio de algunos problemas.
Como sugerencia, es mejor no atosigar inmediatamente al adolescente con preguntas sobre el amor, los problemas en la escuela o con las drogas, es mejor conseguir una consulta con un psicólogo de adolescentes. Para que este pueda identificar el trastorno por los síntomas, además de ayudar al adolescente a procesar este periodo complicado.
Manifestaciones de trastornos mentales en los adolescentes
Es en la adolescencia cuando empiezan a formarse muchas enfermedades mentales, como la esquizofrenia y diversos tipos de psicosis.
- El adolescente tiene una nueva afición a la que dedica todo su tiempo, pero no logra ningún progreso
- Abandona bruscamente sus antiguas aficiones
- No tiene buen rendimiento escolar, cuando antes iba bien
- Ha perdido el interés por todo lo que antes le apasionaba
Sin embargo, estas manifestaciones no son 100% indicativas de un trastorno mental en los adolescentes. Esto podría ser la expresión de una acentuación del carácter.
Síntomas:
Entre los 12 y los 18 años, los síntomas de los trastornos mentales en los adolescentes se manifiestan de las siguientes maneras:
- Cambios repentinos de humor, agresividad, conflictos con los padres, profesores y otros adolescentes, impulsividad, melancolía, ansiedad, incoherencia
- Actitud despectiva hacia los adultos
- Ser demasiado crítico consigo mismo o, por el contrario, demasiado confiado
- Reacciones explosivas a los consejos externos y a la autocrítica
- La sensibilidad se combina con la insensibilidad; el adolescente es tímido, pero al mismo tiempo, muy irritable
- Rechazo a obedecer las normas comunes
- Esquizoide
- Rechazo de cualquier tutela
En caso de que sólo notes uno de los aspectos en el comportamiento del adolescente, no debes preocuparte, simplemente habla con él y averigua el motivo del cambio.
Una combinación de varios o todos los síntomas anteriores indicaría un trastorno mental en los adolescentes.
Importancia de acudir a un especialista
El asesoramiento psicológico de los adolescentes es fundamental para superar esta etapa de crisis, además cobra mucho mayor importancia si el adolescente presenta algún trastorno mental. Hay quienes piensan que es vergonzoso llevar al adolescente a un psicológico, o que sólo va a empeorar la situación, que el adolescente se encerrará más en sí mismo, que perderá la confianza en sus padres, y así sucesivamente.
En efecto, es necesario acudir a un especialista.
En la actualidad, muchos psicólogos trabajan de forma anónima, lo que significa que nadie en la escuela sabrá que el adolescente ha recurrido a un especialista.
Para saber si es necesaria una visita al psicólogo en un caso concreto, presta atención a los siguientes aspectos:
Los síntomas de los trastornos mentales en los adolescentes se han descrito anteriormente.
Si consideras que el adolescente ha cambiado drásticamente. Si todo va bien en la familia, no hay peleas ni cambios bruscos (divorcio, muerte de un familiar, etc.), y los cambios se han hecho visibles, es difícil prescindir de un psicólogo. Si el adolescente cambia suavemente a otros intereses o bruscamente, pero no todo está bien en la familia, estos síntomas pueden ser una acentuación del carácter o la expresión de sentimientos internos (involuntarios).
Observa el sueño y el apetito del adolescente. Si el adolescente no duerme bien y se niega a comer, conviene acudir a un especialista.
Si el adolescente está deprimido durante mucho tiempo, no se interesa por nada, tiene delirios y alucinaciones, busca urgentemente ayuda profesional.
Cabe señalar aquí que muchos padres confunden la melancolía en un adolescente, característica de la adolescencia, con la depresión.
Si, aparte de esta condición, nada más molesta al adolescente (come y duerme como antes, no ha perdido el interés por sus aficiones, etc.), se trata simplemente de un umbral de edad difícil que unos buenos padres se encargarán de superar. Dedica más tiempo a tu hijo, habla con él, pero no le tortures si no le gusta un tema, paseen juntos, escúchale. Hasta un simple abrazo te ayudará en el periodo de transición.
Cuando el propio adolescente se da cuenta de que hay algo que no funciona y trata de deshacerse de esta condición, para volver a encarrilar su vida, es una buena señal. Lo más probable es que tenga una simple neurosis en el fondo de la transición, los estudios, las relaciones con el sexo opuesto y similares.
En caso de que haya una enfermedad mental grave, el adolescente percibirá el nuevo yo con calma, y no tendrá el deseo de arreglar algo. Pueden producirse trastornos específicos en la forma de pensar del adolescente, pero son casi imposibles de notar con una mirada no especializada.