Gran parte del éxito de un destino turístico es debido a la seguridad que éste provee a sus visitantes, no solo en temas de protección contra la delincuencia o asistencia médica, sino también en otros aspectos, como la inocuidad alimentaria o la supervisión constante hacia turistas que practican actividades recreativas con cierto grado de peligrosidad.
Definición de seguridad turística
La seguridad turística se define como el conjunto de medidas implementadas en un lugar turístico con el propósito de salvaguardar la integridad física y emocional de los visitantes.
Estas medidas incluyen:
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Presencia visible de fuerzas de seguridad en áreas turísticas.
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Instalación de iluminación adecuada en espacios públicos.
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Señalización clara y fácilmente comprensible para los visitantes.
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Supervisión permanente en playas y otras zonas recreativas frecuentadas por turistas.
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Implementación de controles de acceso en sitios turísticos relevantes.
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Servicios de atención médica de emergencia.
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Desarrollo de campañas de concienciación sobre seguridad dirigidas a turistas.
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Prevención de robos y estafas dirigidos específicamente a visitantes.
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Supervisión constante de ciertas actividades turísticas, haciendo hincapié en aquellas de mayor peligro.
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Promoción de números de emergencia para turistas.
¿Por qué es importante la seguridad turística?
La seguridad turística ayuda a:
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Evitar incidentes que puedan poner en riesgo la vida de los visitantes.
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Proteger las posesiones de los turistas.
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Captar la atención de un mayor número de turistas, ya que un destino seguro siempre será más seductor.
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Mejorar la experiencia de viaje de los turistas. Un viaje es más disfrutable cuando el destino en el que se está es más seguro.
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Proyectar una imagen positiva, tanto de los lugares como de las empresas que allí operan.
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Estimular el crecimiento económico de la zona.
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Incitar las inversiones provenientes del extranjero.
Tipos de seguridad turística
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Seguridad médica: Es la disponibilidad de atención médica para los viajeros en caso de algún problema de salud mientras están en un destino turístico. Para ello, el destino debe contar con infraestructura adecuada (hospitales, clínicas, y centros de salud), profesionales capacitados (médicos, enfermeras y demás personal médico), y servicios de emergencia (ambulancias y tiempo ágiles de respuesta).
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Seguridad contra el crimen: Se centra en la prevención de actividades delictivas que puedan afectar a los turistas. Aquí encontramos medidas para reducir el robo, el vandalismo y otros delitos mediante la integración de patrullas policiales y sistemas de vigilancia.
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Seguridad en los transportes: Hace alusión a la garantía de que los medios de transporte utilizados por los turistas (como aviones, trenes, autobuses o taxis) cumplen con estándares de seguridad rigurosos para minimizar riesgos de accidentes.
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Seguridad vial: Se relaciona con la protección de los viajeros en las carreteras y calles. Abarca señalización adecuada, mantenimiento de las vías, y regulaciones de tráfico para prevenir accidentes.
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Seguridad jurídica: Implica que los turistas tienen la garantía de que sus derechos legales serán respetados durante su estancia en un destino turístico. Engloba la protección contra estafas, contratos justos y acceso a asesoramiento legal si es necesario.
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Seguridad alimentaria: Asegura que los alimentos y bebidas disponibles para los turistas cumplan con los estándares de higiene y calidad. Esto ayuda a minimizar el riesgo de enfermedades relacionadas con la alimentación.
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Seguridad en actividades de ocio: Hace referencia a la protección de los turistas al participar en actividades recreativas, sobre todo aquellas que conllevan algún peligro, como deportes acuáticos, senderismo o excursiones. Para ello, se emplean medidas de seguridad, entrenamiento adecuado, equipamiento apropiado, y supervisión constante.