“Existe la posibilidad de comprar a través de las redes sociales; esta es una forma de conseguir dinero por parte de las aplicaciones. Los juegos no son los únicos sitios que pueden servir para vender o comprar dentro de las redes sociales, en el momento en que se permite la creación de aplicaciones, se abre la puerta a que éstas puedan tener mayor relevancia.”
Aplicaciones en Facebook
En ocasiones, no distinguimos la diferencia, dentro de una red social (como Facebook), entre una página y una aplicación. Cuando hablamos de una red social y de la presencia dentro de las mismas, nos encontramos con multitud de formas de estar presente.
Si somos una persona particular, tendremos un perfil, con la información particular y las interacciones que queramos con el resto de personas. Este perfil particular, puede ser también de una empresa, pero existe una limitación respecto al número de contactos que una persona puede tener dentro de la red social, a partir de cierto número, dado que los contactos son llamados amigos, se considera no son ya amigos, sino que son contactos de tipo profesional o seguidores.
De esta forma, las páginas de famosos o de empresas se diferencian de las páginas de particulares, estas páginas llevan asociado un coste que debe sufragar el poseedor de la página.
Si somos una empresa, crear una página también es una cuestión gratuita, sólo hemos de completar la información correspondiente de la compañía y, a partir de ese momento, estaremos presentes en la red social, de tal forma que la gente que quiera y que nosotros aceptemos, pueda establecer contacto con nosotros.
La diferencia es que no se considera una página personal, por lo tanto, en lugar de tener amigos, tendremos seguidores dentro de Facebook. Esa página la podemos hacer más o menos viva de acuerdo al interés que tengamos, podemos publicar información que la haga atractiva para los usuarios y aprovechar para realizar promociones para nuestros seguidores.
Esta forma de trabajar en Facebook es tener presencia y tener una página, nos permite saber quiénes son nuestros seguidores y establecer una pequeña conexión con ellos.
Sin embargo, en ocasiones, nos planteamos que, a nivel de empresa, lo que nos interesa la posibilidad de publicar información indicando que la persona tal se encuentra en nuestro sitio y referenciar lo publique en su muro, de tal forma que sus amigos lo vean.
Podemos tener un entorno donde cada interacción aparezca publicada (si así lo deseamos) que podamos enviar un anuncio en su nombre a todos o a algunos de sus seguidores de acuerdo a la segmentación que nos interese. En definitiva, podemos aprovechar la red social para generar un mayor movimiento y atraer a más gente a nuestro entorno.
A este tipo de sitios, ubicados dentro de la propia red social de Facebook se les llama aplicaciones. Éstas requieren de un desarrollo más en profundidad, donde podamos plantear qué queremos hacer, qué productos queremos vender, a qué entornos nos interesa orientarnos o cómo conseguir atraer a más personas.
En ocasiones, cuando nos encontramos navegando por las redes sociales o por aplicaciones en nuestro móvil y éstas nos solicitan nuestros datos de usuario, establecen conexión entre la aplicación y nuestra cuenta. En ese momento en que se establece la comunicación entre la aplicación, sea interna a la página o una aplicación para el móvil, y nuestra cuenta de Facebook, se nos indica que la aplicación tendrá acceso a una serie de datos nuestros; en ocasiones, se puede modificar la cantidad de datos a la que la aplicación tiene acceso, pero lo normal es que ésta no pueda ser modificada.
Desde el punto de vista de la empresa, eso nos garantiza una cantidad de información muy útil, y la posibilidad de publicar información en el muro de Facebook del usuario, poder enviar mensajes a los contactos en su nombre o a una lista reducida de éstos, invitándoles a utilizar una aplicación, o nos puede facilitar información de qué otras cosas le interesan para poder generar más datos y conseguir más información para nuestros sistemas.
Desde el punto de vista de los usuarios, hemos de ser conscientes de qué tipo de aplicaciones instalamos, bien en nuestros dispositivos móviles o en nuestras páginas en las redes sociales. Es importante conocer a que nos enfrentamos, como ya comentamos en el tema dedicado a la privacidad y la protección de datos, las redes sociales protegen nuestra información, pero si nosotros queremos dársela voluntariamente a las empresas, esto puede devenir en un agujero de información a propósito de nuestros perfiles, por lo que será importante mantenerla controlada.
Otras herramientas
Otra forma en que las empresas pueden utilizar las redes sociales como herramienta de venta es para atraer a los clientes. Redes sociales como Foursquare, con su factor de geolocalización, puede establecer promociones con las personas que visitan nuestra tienda o local.
De esta forma, en ocasiones, nos podemos encontrar con promociones del tipo de por cada tres visitas te invitamos a una bebida o a un postre, promociones que ya de por sí incentivan a los usuarios a regresar varias veces a nuestro local y, además, nos cuidan vigilando que han acudido más de una vez, ya que sólo son válidas en el mismo momento que nos encontramos en el local.
De forma análoga, podemos tener (en sitios como Tuenti) promociones que podemos generar con nuestro usuario, para garantizar un seguimiento que nos va a dar información sobre ese usuario y, a cambio, nosotros podemos darle un cupón de descuento para nuestro negocio.
Si, por el contrario, nuestra empresa no se dedica a la venta directa al usuario final, podemos optar por redes sociales más profesionales, como LinkedIn, o por generar promociones a través de Twitter, que atraigan a las empresas a probar nuestros productos, así las herramientas de las redes sociales no quedan restringidas al ámbito del consumidor final, sino que son más generales y amplias.
En general, las redes sociales no son únicamente un entorno orientado y dedicado al uso personal y de ocio, muchos usuarios de múltiples empresas pasan en ellas mucho tiempo, hablamos de las redes sociales corporativas, como puede ser la herramienta de Chatter, que se integra dentro de Salesforce.com, el software de CRM (Customer Relationship Management o software de gestión de clientes) en cloud con una gran cantidad de usuarios corporativos en la actualidad. Si los usuarios pasan mucho tiempo dentro de estas plataformas, poder realizar desarrollos compatibles que los hagan atractivos y que sean accesibles a través de esta plataforma como Chatter nos permitiría acceder a un conjunto de clientes de carácter profesional.
Para ayudar a este tipo de desarrollo, Salesforce.com, consciente de la necesidad y potencialidad de la integración entre plataformas, pone a disposición de los clientes o empresas una plataforma de desarrollo como es Force.com, que (siguiendo el esquema de Salesforce.com) permite el desarrollo de aplicaciones que se integren con su entorno, y por lo tanto puedan ayudar al desarrollo de nuestra compañía.
Continuación...