La fatiga crónica dura seis meses o más, es decir, durante este periodo se produce una fuerte disminución del rendimiento, del estado emocional e incluso se puede llegar a la depresión. Hay una sensación de que toda la fuerza de la vida se ha ido. Sin embargo, es bastante difícil determinar de forma independiente cuándo empezó todo. Por lo general, esta afección está ocasionada por un esfuerzo prolongado, el exceso de trabajo, el ritmo de vida en modo ininterrumpido y problemas de salud.
síntomas comunes del cansancio crónico
Por ello, le informaremos sobre los métodos más eficaces de restablecimiento ante la fatiga crónica, si bien, en primer lugar, describiremos los síntomas comunes de la enfermedad.
Es necesario estar atento de aquello que ocurre en el cuerpo, ya que afecta las distintas dimensiones de la persona. Estos son los síntomas más frecuentes de la fatiga crónica:
- Ausencia de energía durante seis meses o más.
- Un sueño deficiente.
- Ligero aumento de la temperatura corporal.
- Irritabilidad, apatía, depresión.
- Dolores de cabeza y musculares.
- Ansiedad, miedos.
- Inseguridad
- Pesimismo
- Disminución del rendimiento, de la concentración y deterioro de la memoria.
- Dificultad para despertarse por la mañana.
- Trastornos digestivos.
- Baja libido y falta de vida sexual.
- Pérdida rápida de peso o, por el contrario, aumento de peso.
- Disminución de la inmunidad, agudización de enfermedades crónicas.
En caso de que al menos la mitad de los síntomas anteriores se apliquen a su estado actual, es motivo de alerta, puede asistir al médico, aunque lo más probable es que le recete vitaminas, antidepresivos y fármacos para dormir bien. En efecto, no está mal, pero es importante entender que la fatiga crónica es el resultado de una disfunción del organismo, para la que no existe una única cura, e incluso todos los medicamentos sugeridos por el médico sólo mejoran temporalmente su estado.
👉En esta situación, le proponemos que considere los medios más adecuados para liberarse de esta situación.
1. Mantener vigiladas sus hormonas
A causa del ritmo de vida acelerado y agitado, con frecuencia pasamos por alto los signos reveladores de una mayor fatiga o irritabilidad. Sin embargo, esto puede ser un signo de desequilibrio hormonal, causado por el estrés.
Las glándulas y las hormonas que produce el cuerpo regulan el metabolismo. Vamos a desglosarlas en detalle y a entender de qué es responsable cada glándula.
Glándula tiroidea
La glándula tiroides es la encargada del metabolismo en el cuerpo humano. El incumplimiento de su trabajo conduce a la fatiga rápida, confusión, cambios en el peso corporal, dolores de origen poco claro. Por lo tanto, si acude al médico con estas molestias, lo más probable es que le remita a una prueba de hormonas tiroideas, que es la más habitual en este caso.
Hormonas sexuales
Las hormonas en cuestión son el estrógeno, la progesterona y la testosterona. La ausencia de estrógenos en el organismo puede provocar sentimientos de apatía y nublar la conciencia, por no hablar de las sensaciones dolorosas. Una sobreabundancia de estrógenos se expresa en cambios de humor, migrañas, insomnio, sentimentalismo y emotividad.
La progesterona regula el nivel de estrógeno en el cuerpo. Cuando es deficiente, el estrógeno se vuelve peligroso para la salud. Los signos de deficiencia de progesterona incluyen insomnio, ansiedad, dolores de cabeza, aumento de peso, etc.
Glándulas suprarrenales
Las glándulas suprarrenales se encargan de producir adrenalina y su función está controlada por el sistema nervioso autónomo. El mal funcionamiento de las suprarrenales puede estar marcado por ataques de pánico, sudoración, hipoglucemia (disminución de la glucosa en sangre), presión arterial baja, infecciones persistentes, etc.
La salud (y el adecuado historial hormonal incluido) está en nuestras manos. Para empezar, hay que prestar atención a la calidad del sueño. Ya que existe una relación estrecha entre el sueño y las hormonas.
2. Conseguir un sueño saludable
Durante el sueño nuestro cuerpo produce hormonas, por lo que es conveniente irse a la cama como muy tarde a las 12, mejor aún a las 22 horas, además la jornada de sueño debe ser de al menos 7 a 8 horas, ya que de lo contrario se corre el riesgo de poner en peligro el equilibrio hormonal.
Algunas de las hormonas se activan durante el sueño son las siguientes:
- Melatonina, es la hormona del sueño, se activa en la oscuridad desde las 12 hasta las 4 de la mañana, optimiza la duración y la calidad del sueño, y refuerza el sistema inmunológico.
- Somatotropina, es la hormona del crecimiento, se produce 2 horas después de conciliar el sueño. Disminuye el proceso de envejecimiento, refuerza el tejido óseo y cura las heridas.
- Testosterona, es una hormona sexual masculina y femenina. Se produce con mayor intensidad por la noche y en la oscuridad.
- Cortisol, es generado por las glándulas suprarrenales, es quien controla los niveles de glucosa en la sangre. Su exceso impide el sueño y, durante el mismo, los niveles de cortisol se normalizan.
En la calidad del sueño influyen directamente diversos aspectos, algunas de ellas pueden ser:
- Situaciones estresantes.
- Dieta poco saludable.
- incumplimiento de una rutina diaria de sueño.
- Estilo de vida sedentario.
- Abuso de alcohol, café, té.
- Desequilibrio hormonal.
En caso de no tener un sueño de calidad le proponemos algunos medios para mejorar la situación:
- Deje de comer alimentos pesados a pocas horas de acostarse.
- Realice actividades tranquilas una hora antes de acostarse o tómese un tiempo para hacer yoga o un masaje relajante.
- Procure evitar los aparatos electrónicos antes de acostarse y opte por un libro.
- Salga a dar un paseo al aire libre, o al menos recuerde ventilar la habitación.
- Tome un baño tibio con aceites esenciales de lavanda o menta.
- Respete la rutina diaria.
- Dedica al menos 7 horas a dormir, no se quede despierto hasta tarde.
- Baja las luces y evite los ruidos una hora antes de ir a dormir.
- Escriba los pensamientos ansiosos en un papel, despeje su mente de pensamientos innecesarios.
- Evite los somníferos, especialmente si los toma sin la recomendación de un médico. Tienen un efecto temporal y en la mayoría de los casos son adictivos.
Estas sencillas pautas de buen dormir harán lo suyo, pero acordemos que si se adhiere a ellas regularmente, entonces el resultado no se hará esperar.
La sobrecarga constante, el estrés y la mala alimentación contribuyen a disminuir los niveles de vitaminas. Según las estadísticas, casi un tercio de la población padece su deficiencia.
3. Adoptar una terapia vitamínica y una nutrición adecuada
Las vitaminas y los oligoelementos desempeñan un papel importante para el ser humano. Participan en muchos procesos corporales, sirven como catalizadores y enzimas, ayudan a producir hormonas, dan energía y reponen la fuerza perdida.
En el caso de la fatiga crónica, hay que prestar atención a las siguientes vitaminas y minerales:
- Yodo
- vitamina C
- Vitaminas B
- vitamina D
- Vitamina E
La carencia de estas sustancias contribuye a la fatiga rápida, y algunas de ellas inciden en el funcionamiento de los órganos individuales. Por ejemplo, un exceso o una deficiencia de yodo afecta al funcionamiento de la glándula tiroides.
Una alimentación correcta y equilibrada puede compensar las carencias vitamínicas. Conviene dar preferencia a los productos naturales sin aditivos perjudiciales. También se puede utilizar la medicación, que debe ser asignado por un médico, ya que es peligroso no sólo la falta de vitaminas en el cuerpo, sino también su exceso.
4. Tener más movimiento
Debido a nuestras ocupaciones, la mayoría de personas llevamos un estilo de vida sedentario, lo que provoca trastornos metabólicos, síndromes dolorosos y fatiga. Por eso es importante dedicar tiempo a hacer ejercicio.
El ejercicio asegura un flujo sanguíneo adecuado y satura las células del cuerpo con sustancias útiles. Asimismo, la actividad física ayuda a la producción de endorfinas, normaliza el historial hormonal, mejora la calidad del sueño y aumenta la resistencia a la insulina del organismo.
Hay algunas medidas sencillas que pueden ayudarle a mejorar su bienestar:
- Dedique entre 5 y 7 minutos diarios a una rutina matutina de ejercicios.
- Salga a caminar o a montar en bicicleta tan a menudo como sea posible.
- Realice su deporte favorito varias veces a la semana.
- Después de 30 ó 40 minutos de estar sentado, haga una pausa y estírese.
- Intente trabajar de pie en una mesa especial.
En este sentido, el ejercicio físico ayuda a eliminar el estrés y a deshacerse de los pensamientos negativos.
En la actualidad, la fatiga crónica resulta tan frecuente. Es una enfermedad que puede tener graves consecuencias si se ignora, por lo que es mejor prevenir esta situación a diario y evitar que le lleve a una consulta médica, siguiendo las recomendaciones que hemos propuesto.
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