La palabra “Ratio” es una palabra latina que significa “razón”, es decir, un quebrado, que consta de un numerador y un denominador, y que proporciona un cociente. En castellano, la palabra más apropiada es coeficiente, pero normalmente se les llama ratios financieros.
Los ratios
Los ratios “son relaciones relevantes entre dos magnitudes, simples o agregadas, cuyo cociente resulta más significativo que cualquiera de ellas por separado”. Por ejemplo, el saber que una empresa tiene un activo circulante de 200 y un pasivo de 100, no nos aporta apenas información, en cambio sí calculamos el cociente activo circulante / pasivo circulante, comprobamos que dicha empresa tiene un fondo de maniobra positivo. Constituyen así una forma útil de recopilar grandes cantidades de datos financieros y comparar la evolución de las empresas.
Los ratios constituyen un instrumento de análisis del balance, pues permiten cuantificar la relación financiera existente entre dos magnitudes y, de esta manera, formular un juicio objetivo sobre la solidez, suficiencia o debilidad de esta relación.
Para que las ratios sean explicativas se requiere, al menos, uno de los dos tipos de comparaciones siguientes:
- intraempresa (análisis dinámico): compara la ratio actual con las pasadas (para conocer la evolución) y/o con las previstas (para conocer las causas de posibles desviaciones)
- interempresas (análisis estático): compara las ratios de la empresa con las de otras similares o con la media del sector. Una advertencia en este sentido es que dado que no existen dos empresas iguales hay que tener en cuenta las particularidades y circunstancias de cada una.
Los ratios no se analizan por si solos sino que se comparan con:
- Ratios de la misma empresa que se va evaluar
- Históricos
- Previsionales
- Ratios ideales, para comparar con el que se considera ideal o razonable
- Ratios de tipo sectorial
- Ratios de los principales competidores
Para que los ratios tengan una verdadera utilidad en el análisis económico-financiero de entre sí.
A la hora de interpretar los resultados obtenidos es necesario tener siempre muy presentes las advertencias, de hecho, el empleo abusivo de algunos ha llevado a muchos expertos a formular reservas sobre su empleo indiscriminado.
Inconvenientes de los ratios
- Los ratios ayudan a plantearse la pregunta adecuada, raramente la responden.
- Necesitan siempre un punto de referencia, por sí mismas no dicen nada, de ahí la necesidad de una comparación interempresas o intraempresa.
- Existen un gran número de ratios, por ello es importante ser selectivo. Se trata de calcular aquellos efectos realmente importantes para la empresa.
- Además hay que considerar la magnitud de las cifras básicas, por ejemplo, puede que el crecimiento en ventas de A sea un 10% y el de B un 30%, aparentemente B se encontraría en mejor situación, ahora bien, la interpretación es distinta si A parte de unas ventas de 50.000 y B de unas ventas de 1000.
- Debido a que las razones son numéricas, se tiende a considerarlas representaciones exactas, sin embargo, no debemos olvidar que se basan en información contable como fallidos o amortizaciones que varían enormemente dependiendo de los criterios adoptados.
Existen infinidad de ratios, pero para que su análisis sea operativo debe limitarse su uso, lo que quiere decir que, para cada empresa, en función de la situación concreta y de los objetivos del análisis, se han de seleccionar aquellos ratios que sean más idóneos.
Criterios de elaboración de los ratios:
- Relación. La elaboración de los ratios debe estar siempre basada en magnitudes relacionadas, para evitar que la información proporcionada carezca de sentido
- Relevancia. Solo se deberán utilizar aquellos ratios que faciliten información útil para el análisis a realizar, evitando que se obtengan conclusiones aparentemente contradictorias
- Cautela. Deben considerarse todas las alternativas de evolución de los ratios para evitar dejarse influir por los que faciliten una información más favorable
- Calidad. Puesto que los ratios a utilizar pueden ser muy numerosos deben calcularse aquellos que mejor evalúen la calidad de la información a tratar según los objetivos específicos de cada tipo de análisis.
Se puede hacer una clasificación de los ratios en tres categorías básicas:
- Ratios Financieros: orientados a la determinación de la situación financiera de la empresa y que permite determinar su capacidad de pago y amortización financiera de deuda frente a terceros.
- Ratios de eficiencia operativa: orientados a medir la eficiencia en la gestión operativa de la empresa, en general se refieren al capital circulante o evaluar el valor añadido generado a través del proceso productivo.
- Ratios de rentabilidad: orientados a determinar la capacidad y generación de resultados positivos por la empresa; en general relacionan el beneficio de la gestión con las diferentes magnitudes de la inversión empresarial y como se remunera los capitales empleados.