En la logística de productos perecederos, la cadena de frío es un concepto clave. De entre todas las cargas transportadas, los productos alimentarios ocupan una parte importante de las entregas. Su proceso de transporte se lleva a cabo en condiciones especiales de temperatura. Según la clasificación general, se denominan cargas de régimen especial, pero más a menudo se puede encontrar un término simple: cargas perecederas. Durante el tránsito y el almacenamiento, estas cargas requieren que se mantengan regímenes de temperatura, humedad y estándares específicos de refrigeración.
Cadena de frío
La 👉cadena de frío👈 es todo un conjunto de medidas logísticas para garantizar una temperatura constante y otros parámetros necesarios para el correcto mantenimiento de los productos durante todo su traslado desde la producción hasta el consumidor.
Este término tiene su origen en la industria farmacéutica y regula las normas de almacenamiento de los productos de esta, principalmente los inmunobiológicos. También las normas de este sistema definen las reglas para el transporte de vacunas a las farmacias e instituciones médicas.
Últimamente, el concepto de cadena de frío es cada vez más común en la logística de productos alimentarios perecederos: carne, leche, frutas y verduras, pescado, huevos y otros productos que necesitan condiciones especiales de temperatura durante su almacenamiento y transporte. El control de las temperaturas de almacenamiento de los productos farmacéuticos está regulado a nivel legislativo de forma mucho más estricta, ya que el incumplimiento de las normas supone una gran amenaza para la salud humana e incluso para la vida.
Aspectos que inciden en el despliegue de las cadenas de frío
- El desarrollo del mercado de productos congelados y refrigerados, al igual que el aumento de los medios de transporte en el sistema mundial de transporte, está generando una demanda de transporte y almacenamiento a temperatura controlada.
- La expansión de los mercados de consumo y la globalización de la logística han hecho que aumenten las exigencias en materia de equipos y tecnología de la información. Las distancias de transporte son cada vez más largas, la cadena logística es cada vez más compleja y hay más eslabones en la cadena, como los centros de distribución y las terminales de cross-docking. Durante el movimiento de las mercancías, es necesario controlar las etapas de su transporte, donde puede haber una violación de los regímenes de temperatura, lo que conduce a la pérdida de calidad de las mercancías que son sensibles a los cambios de temperatura.
Componentes y niveles de la cadena de frío
Entre los principales componentes que hacen que la cadena de frío funcione se encuentra, en primer lugar, la tecnología, que se implementa mediante sistemas de hardware y software, así como personal capacitado y cualificado. El empleo de equipos que cumplan los requisitos legales para un tipo concreto de carga de temperatura y el cumplimiento de las normas y restricciones para el almacenamiento y el transporte conjunto son la base de la cadena de frío. Si se incumplen estos requisitos, se producen daños en la carga: acortamiento de su vida útil o disminución de su calidad y propiedades. El equipo necesario para la cadena de frío incluye vagones aislados, remolques, vehículos refrigerados, coches refrigerados y almacenes especializados.
Se emplean sistemas de control especiales para supervisar el cumplimiento de las condiciones de almacenamiento y transporte. Pueden ser desde simples termómetros o indicadores de temperatura hasta sofisticadas soluciones digitales que consolidan la información de toda la cadena de suministro en un solo lugar y permiten la supervisión y el control a distancia. En este sentido, es necesario recordar que las diferencias de temperatura deben estar dentro de ciertos márgenes y que el error de medición puede afectar a los productos farmacéuticos o alimenticios.
La principal garantía para el buen ajuste, funcionamiento y control de la cadena de frío son las personas. Sólo el personal cualificado que participa en todas las partes de la cadena podrá garantizar el objetivo final de mantener la calidad de la carga. Sin embargo, no sólo los empleados de los puntos de producción y distribución, sino también el personal de los almacenes y las empresas de transporte deben tener los conocimientos necesarios.
En cuanto al sistema de la cadena de frío para la industria farmacéutica, se divide oficialmente en 4 niveles:
Nivel 1: empresa de fabricación.
Nivel 2: almacenes de farmacia nacional, estatal, regional y de grandes distribuidores.
Nivel 3: tiendas o almacenes de farmacia urbanos y rurales, así como distribuidores medianos.
Nivel 4: instituciones médicas, farmacias y entrega a estos puntos de venta.
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