Los productos perecederos, como se puede ver claramente por su nombre, se distinguen por el hecho de que tienen una vida útil limitada y, por lo tanto, su transporte requiere condiciones especiales: mantener una temperatura determinada y cumplir con los tiempos de entrega.
Si no se cumplen estas condiciones, la carga se deteriorará y perderá por completo sus cualidades comerciales: todo lo que se puede hacer con ella es tirarla. Esto significa que no se implementará y el cliente sufrirá pérdidas, perdiendo tanto el producto como el dinero gastado en él.
La complejidad del transporte de mercancías perecederas es que siempre, por muy cuidadosamente que se observen todas las condiciones necesarias y por muy claro que esté pensado el plan de transporte, existe el riesgo de no entregar las mercancías en su forma de calidad.
El mismo retraso en el camino bien puede surgir por causas ajenas al transportista (cierre de la carretera por reparaciones y necesidad de desvío, obstrucción del tráfico por un accidente, etc.), y aumentar el tiempo de entrega para que exceda el máximo permisible asignado para los términos de transporte.
Clasificación de los productos perecederos: por origen y el régimen de temperatura que requieren
Así, distinguen:
- productos vegetales: frutas, verduras, hierbas, champiñones, etc.
- Productos de origen animal: carne, pescado, huevos, leche, etc.
- Productos elaborados: quesos, embutidos, conservas, etc.
- plantas vivas: flores, plántulas;
- Bienes utilizados con fines médicos : medicamentos, sangre, plasma, etc.
Según el nivel de tratamiento térmico, existen:
- Envíos frescos: pueden transportarse en su estado natural sin tratamiento térmico
- Enfriado: requiere mantener la temperatura en el rango de -6 a + 4 ° C
- Congelado: almacenado de -7 a -17°C
- Ultracongelado: transportado a -18°C o menos
- calentada: no implican una disminución, sino un aumento de la temperatura de transporte - por encima de la temperatura ambiente.
En las normas sanitarias también aparece la siguiente división de materias primas alimentarias y productos alimenticios:
- No perecedero: capaz de almacenarse durante más de 30 días en condiciones normales de temperatura y humedad
- Perecederos: pueden conservar sus cualidades durante 30 días y solo sujetos a un régimen especial de temperatura
- Especialmente perecederos: su vida útil es inferior a 72 horas, y la temperatura de almacenamiento y transporte no supera los +6°C.
¿Cómo comienza el transporte de mercancías perecederas?
Con la elección adecuada del vehículo (en función del tipo de carga, el régimen de temperatura requerido para su transporte, peso, dimensiones …), un embalaje y etiquetado que cumpla todos los requisitos, y la elaboración de los documentos de acompañamiento.
El número de documentos obligatorios que acompañan a los productos perecederos incluye:
- Carta de porte
- Hoja de ruta
- Certificado de calidad que contenga las principales características del producto y que confirme su conformidad con las normas y estándares
- Certificado veterinario - para productos de origen animal
- Certificado sanitario e higiénico que confirme la seguridad higiénica del producto
- Certificado de cuarentena (o fitosanitario) para productos de origen vegetal, que indique la ausencia de enfermedades
- Documentos ordinarios para un automóvil: un certificado de inspección, una póliza de seguro
- Certificado ATP (permiso para transportar mercancías perecederas)
- Una hoja de control verifica la temperatura de la carga y el aire en la carrocería del automóvil.
Embalaje de productos perecederos
Para que los productos perecederos resistan el transporte y conserven sus cualidades, deben ser embalados de acuerdo con los requisitos establecidos.
Así, por ejemplo, los bloques de carne congelada deben envolverse en pergamino (celofán) o material similar y colocarse en contenedores o cajas de material corrugado. Productos cárnicos ahumados: en cajas especiales que brindan circulación de aire libre. Corned beef: en barriles de gelatina resistentes y sin fugas llenos hasta el borde con salmuera. Pescado congelado: en cajas forradas con papel u otro material aislante.
En el fondo del recipiente para pescado refrigerado (así como en cada fila de pescado), se vierte una capa de hielo picado limpio. Las barras de levadura se envuelven en papel y se colocan en cajas limpias y sin olor. Y los huevos de aves se envasan en contenedores con juntas en relieve o corrugadas.
Cada tipo de carga tiene su propio procedimiento de embalaje especial, que debe observarse estrictamente. Además, la temperatura de carga y transporte de las mercancías (lo indica especialmente el consignador en la quinta columna de la hoja de ruta) y el marcado de los contenedores son de gran importancia.