La duda que surge sobre qué modalidad elegir a la hora de estudiar un máster es un tanto más habitual de lo que se cree, sobre todo teniendo en cuenta que la oferta de posgrado es cada vez mayor y con más alternativas de estudio.
Antiguamente, el formato presencial era el único disponible en el ámbito académico, esto dificultaba la posibilidad de estudio para muchos, especialmente para aquellos con agendas muy apretadas.
Ahora, con la irrupción de internet y el desarrollo de nuevas tecnologías de educación virtual, la oferta formativa se amplió y se diversificó en diferentes modalidades.
A raíz de esto, una nueva variable se añadió a la fórmula y, aunque muchos tienen claro desde un principio el formato que tienen que elegir, otros no tanto. Si te encuentras del lado dubitativo, a continuación te comento qué es lo que debes considerar para que puedas elegir la modalidad más adecuada de acuerdo a tu situación personal.
¿Qué me conviene más, un master online o un máster presencial? 7 aspectos a tener en cuenta
1. Tiempo
Si estás muy limitado de tiempo por cuestiones laborales y/o personales, el máster online puede ser la mejor opción para ti. Por el contrario, si eres partidario de lo tradicional y tienes el tiempo suficiente para asistir regularmente a un aula de clases, puede que lo tuyo sea el máster presencial.
2. Distancia
También, hay que considerar las distancias que se deben recorrer para llegar a la universidad, y los gastos asociados que implica hacerlo de forma constante. Dependiendo de qué tan lejano se encuentra la institución educativa, podremos valorar si conviene más o menos optar por una modalidad u otra.
3. Compromiso
Aunque en ambos casos se requiera de un buen grado de compromiso para sacar adelante un máster, en el apartado online es quizá un poco mayor, ya que, es el mismo estudiante quien deberá tener la autodisciplina suficiente para realizar las actividades académicas asignadas y tener todo al día.
4. Flexibilidad
Claramente, el formato online permite con mucha más facilidad compaginar responsabilidades de trabajo y familia con el estudio. De hecho, esta modalidad desde su aparición es la que ha posibilitado que muchas personas hayan podido conseguir su título de máster, aún con obligaciones importantes en su día a día.
5. Ritmo
En el sistema presencial se procura que todos los alumnos vayan al mismo ritmo de aprendizaje, algo complejo de lograr, ya que es bien sabido que cada persona tiene su propio ritmo. Sin embargo, el método de enseñanza virtual aboga por un avance que es marcado individualmente por cada estudiante.
6. Distracción
Las distracciones en el apartado online son infinitamente mayores. Estando en casa podemos estar a merced de interrupciones familiares y ruidos. Internet también proporciona un flujo constante de entretenimiento (redes sociales, YouTube, noticias de actualidad, etc.). En un aula de clases, al ser un lugar acondicionado para el aprendizaje, las distracciones están menos presentes.
7. Socialización
Aunque es virtualmente posible tener contacto con profesores y compañeros, es difícil sustituir la interacción física a la que estamos acostumbrados. Hacer un máster en remoto podría ser un tanto solitario, pudiendo afectar a aquellos con fuertes necesidades de socialización.
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