La imagen constituye una fuente de aprendizaje, un valor más allá del atractivo innegable que ejerce sobre los estudiantes. Algunos se ejercen también como productores de ese conocimiento. Los docentes también son más sensibles a la materia y capaces de planificar ejercicios, materiales y currículums considerando el vídeo, el arte digital o la televisión.
Hay al alcance una cantidad de recursos didácticos muy poderosos que nos ayudan a motivar al estudiante no solo a producir conocimiento en ese sentido, sino a interactuar de modo correcto con el mismo.
La observación audiovisual en el aula aporta:
- Familiarizarse con el método científico.
- Observar a profesores o personal no docente en su desempeño profesional.
- Observar comportamientos particulares que necesitan ser analizados con detenimiento.
- Monitorizar cualquier otro elemento que no haya sido detectado.
Características del vídeo y su validez para la observación en el aula de las IM.
Observar en el terreno de las IM no es simplemente el uso de la inteligencia visual o espacial, sino que se considera parte del proceso de evidenciar el aprendizaje. Cuando observamos, desde dónde observamos y cómo observamos constituye una fuente diferenciadora de conocimiento o ignorancia de un asunto. La capacidad de prestar atención a un tema o de ignorar otro.
La capacidad de sostener ciertas capacidades, habilidades o competencias en el aula ya no pasan tan solo por el profesor. Podemos hacer uso de la tecnología, y en este caso de los instrumentos tecnológicos que trabajan la reproducción, el registro y la edición de la imagen y el sonido digital.
Lo ideal si queremos trabajar con las conducciones audiovisuales como materia pedagógica o de evaluación, es que tengamos algunos criterios básicos de la misma:
- No queremos realizar una obra audiovisual de gran calado, pretendemos usarla con la finalidad de observar la clase, de observarnos a nosotros mismos como enseñamos, o de observar a algún estudiante particular que nos interesa.
- Observar las IM en el aula implica hacerlo desde miradas a las cuales no estamos habituados. Normalmente, nuestro abordaje es más textual, kinestésico u oral. Pocas veces utilizamos el vídeo como elemento de observación o evaluación.
- El vídeo no solo es un instrumento, es un soporte y vehículo de aprendizaje. Las generaciones contemporáneas tienen muy integrado el elemento de liquidez digital en sus currículums. Por tanto, es también una manera de poder conectar con un instrumento propio de la época en la que vivimos.
- Instrumento de evaluación objetivo sobre colectivos concretos. El vídeo se ha utilizado en materia de competencias o habilidades. También para detectar comportamientos como el bullying o ciertas patologías concretas que no pueden observarse en el devenir cotidiano de la clase.
El uso del audiovisual en el aula favorece la creación de un conocimiento emergente, que simboliza todo el potencial de la inteligencia visual espacial, estimulando otros canales como son el de los sentidos (inteligencia inter e intra personal) o el auditivo (inteligencia musical).
Estas son algunas de las ventajas de usar el vídeo como herramienta para la validación de las IM en el aula:
- Experiencial. Cuando integramos los diferentes canales (auditivos, emocionales, musicales o kinestésicos), estamos grabando en nuestro cerebro la experiencia. Cuando nosotros grabamos la experiencia en un determinado formato, también la estamos transmitiendo al otro en ese mismo formato, ya que toda percepción está sujeta a la experiencia. Esta es una de las características fundamentales del recurso audiovisual, pues nos pone en contacto con nuestra parte más creadora.
- Multiplicidad de formatos. Tanto en la televisión, el vídeo, como en otros medios audiovisuales que muestran la información estructurada, podemos trabajar diferentes situaciones. Estos formatos nos ofrecen una gran cantidad de información en un solo segundo, haciendo que podamos volver a la secuencia de un mismo material y observarlo desde diferentes ángulos o perspectivas. Esta pluralidad multidimensional es un gran recurso pedagógico. Ese mismo material no solo es válido para una materia o asignatura, sino que puede dirigirse con mirada crítica a diferentes materias, intensificando y propiciando así el encuentro multidisciplinar. Para evitar que esa misma complejidad acabe convirtiendo la experiencia en un ejercicio de dispersión, debemos dirigir claramente las pautas de lo que pretendemos del alumno.
- Información ordenada y estructurada. El audiovisual requiere de una planificación previa, no solo en su producción, también en el contenedor en el cual se presenta. Que un audiovisual se organice de una determinada manera u otra, puede hacer cambiar totalmente el sentido de la marcha de la clase. No se puede usar la información audiovisual sacada de contexto porque todo presenta una clara estructura. Si lo hacemos es porque hemos creado una nueva estructura, que también debería tener un orden claro.
Observaciones de vídeos.
Preguntas previas a las observaciones. Antes de iniciar el proceso de observación, es importante anotar:
- Cómo se mejorarán las ocho inteligencias de la clase con este vídeo.
- Cómo podemos orientar nuestras actividades después de haber visualizado el vídeo.
Aquí os dejo un vídeo para aportar claridad metodológica en el uso pedagógico de vídeo digital: http://eduteka.icesi.edu.co/modulos/1idSubX=5ida=501art=1/5/2037/1