Muchos profesores quieren iniciar una escuela de IM, un programa o un inventario y no saben por dónde empezar: ¿Qué es más importante el arte o la ciencia?, ¿Hay que tener maestros preparados?, ¿Qué rol juegan los padres?, ¿A qué edad es mejor empezar con las IM? ¿Puede un adulto capacitarse en IM?, etc.
Podríamos pensar que las IM son para gente que ha comprendido muy bien la teoría, quizá porque creemos que esta se puede conjugar con unas prácticas concretas, pero ese programa chocaría directamente con el espíritu de las IM. Porque la teoría de IM no estipula qué se debe enseñar, ni cómo enseñarlo. De hecho, se podría enseñar a hacer un tractor, literatura inglesa o la teoría de la relatividad empleando varios enfoques diferentes o haciendo que los estudiantes sean capaces de trabajar con programas informáticos que contemplen sus diversas inteligencias.
El que H. Gardner no hiciera una relación directa entre una teoría científica y un conjunto de medidas y prácticas educativas hace que muchos maestros se colapsen: ¿Cómo sé que lo estoy haciendo bien? El límite de la incertidumbre es interesante porque trabajar con las IM implica, sí o sí, que seas capaz de trabajar con una práctica de la libertad. De hecho, es como si enseñar fuese un arte donde lo que cuenta no es tanto que domines la técnica de la pintura o escultura, sino que el resultado de la obra te satisfaga. Puede ser que la teoría sea muy bonita, que tengas todos los libros de H. Gardner y hasta hayas hecho un máster, pero no te atrevas a aplicarlo.
Hay que seguir unos pasos:
- Por tanto, lo primero que tienes que marcarte como meta es establecer un conjunto de objetivos aceptables para la comunidad educativa con la que vas a trabajar, y a ser posible consensuados. Aquí es donde realmente empezamos a trabajar las IM.
- Lo segundo es plantearte cómo esa comunidad creerá que habrá tenido éxito o no: qué indicadores serán válidos para ellos, qué tipos de prácticas, qué detalles, qué hipótesis, etc.
- Por último, podemos empezar, poco a poco, a establecer criterios que determinen si una práctica inspirada en las IM produce, o no, lo que esperábamos.
Pasos para crear un contenedor de IM
Una vez que tengamos los objetivos anteriores, vamos a poner las estrategias en acción, y de ahí los criterios de evaluación. Ninguna será más que la otra.
Antes de empezar, estas serían las estrategias básicas:
- Lee todo lo que puedas sobre las IM y sus prácticas.
- Forma grupos de estudios de las IM con tus estudiantes.
- Visita instituciones, colegios o proyectos que apliquen las IM.
- Asiste a congresos donde se hable de las IM.
- Afiliarse a la red de centros de las IM.
- Planificar y poner en marcha, con tus colegas, un pequeño programa, actividades o prácticas, basadas en el conocimiento de la teoría de las IM.
- Marcar indicadores de efectividad de cada actividad.
- Buscar un mentor en IM, que te pueda guiar en el proceso.
Todo esto puede parecer muy claro y evidente, pero, cuando los docentes se interesan por las IM, se olvidan de lo elemental y suelen cometer errores innecesarios.
Hemos evidenciado que los centros que han tenido éxito con la implantación de las IM han usado los siguientes indicadores:
- Disposición: poner en marcha seminarios, jornadas, congresos y encuentros que aumenten la conciencia de qué son las IM.
- Cultura: la práctica de las IM es más fácil de implementar en contenedores donde se premie la neurodiversidad.
- Colaboración: poner en marcha contactos formales e informales, tanto dentro como fuera del aula, que provoquen decisiones y cambios de paradigma.
- Opciones: la escuela tiene que poder ofrecer diferentes tipos de opciones para la evaluación, el desarrollo del aprendizaje y el currículo. Una escuela de IM que solo use un modelo de evaluación puede ser muy rígida.
- Instrumento: las IM se usan para fomentar el gusto por el aprendizaje y la orientación en los estudiantes, al producto de sus inteligencias.
- Arte: un programa rico en disciplinas artísticas siempre es más agradecido.
- Atento a las críticas: toda novedad implica críticas; la teoría de las IM ha sido tachada de todo, por ejemplo, de racista por usar el concepto de las inteligencias; o de multicultural por usar demasiado el concepto de la neurodiversidad. Algunas críticas serán legítimas, pero otras no.
- Demuéstralo todo científicamente: para que no pueda caber el beneficio de la duda.