La empresa necesita contar con una liquidez que va a venir dada en términos netos por:
Activos líquidos (saldo tesorería y bancos) + IFT – pasivo de tesorería (deuda a corto)
Se conocen como RLN y viene fijada por la política de liquidez que adopte la empresa, la empresa tendrá que elegir entre deuda a corto plazo, Deuda L/P o Recursos Propios como medida para financiar las NOF. El fondo de maniobra se puede explicar cómo la suma de dos componentes: recursos líquidos necesarios y NOF. Vamos a analizar cada uno de ellos.
Los Recursos Líquidos Necesarios (RLN) son la diferencia entre los conceptos siguientes:
- Activos líquidos o tesorería (T). Saldos disponibles en caja, bancos y las inversiones financieras a corto plazo (bonos del estado, pagarés, etc.) de inmediata liquidez (menos de 3 meses).
- Pasivo de tesorería (PT). Son deudas a corto plazo de carácter financiero, como pueden ser las líneas de créditos, los créditos bancarios a corto plazo, el descubierto en cuentas corrientes, etc. Todos ellos con vencimiento inferior a un año.
Por su parte, las NOF recogen los recursos que la empresa debe destinar para financiar su actividad ordinaria:
- Existencias (E). El nivel medio de productos que garantiza el cumplimiento de los compromisos de la empresa con sus clientes.
- Cuentas a cobrar (Cc). Importe que la empresa tiene por término medio en las distintas cuentas que recogen los derechos de cobro por las ventas realizadas a plazo.
- Cuentas a pagar (Cp). El importe que por término medio suponen las compras que los suministradores (proveedores) permiten a la empresa pagar de forma aplazada. Aminoran las necesidades financieras asociadas a la actividad de la empresa.
- Cuentas de periodificación (Pn). El saldo neto de otras cuentas del activo circulante (pagos anticipados, cobros diferidos, etc.) y del pasivo circulante o exigible a corto (cobros anticipados, pagos diferidos, etc.). Si dicho saldo neto es deudor, es decir, si hay más derechos que obligaciones, se suma a las NOF; por el contrario, si el saldo es acreedor (obligación de pago), se resta a las NOF.
La diferencia entre las NOF y FM nos da en cada momento los déficit o superávit de financiación externa negociada a corto plazo, dicha diferencia son los RLN.
NOF > FM déficit de financiación
NOF < FM Superávit de financiación
Es necesario para la dirección financiera conocer los mecanismos por los que evoluciona dicha diferencia, y determinar así en cada momento las necesidades de fondos, a fin de poder programar la liquidez de la compañía.
Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, podemos expresar las relaciones matemáticas siguientes:
FM = RLN + NOF
En esta fórmula tenemos lo siguiente:
Recursos líquidos necesarios = Activos líquidos - Pasivo de tesorería (RLN = T – PT)
Necesidades operativas de fondos = = Existencias + Cuentas a cobrar - Cuentas a pagar +/- Cuentas de periodificación (NOF = E +Cc - Cp +/- Pn)
Con lo cual, sustituyendo ambas expresiones en la fórmula del fondo de maniobra, obtenemos esta expresión:
FM = T -PT + E + Cc - Cp +/- Pn
En el caso que se quiera, se puede actuar sobre las Necesidades Operativas de Fondos de la siguiente manera:
Aumentar el capital circulante |
Reducir necesidades de CC |
Incremento de autofinanciación |
Aumento de liquidez de existencias |
Incremento de pasivo fijo |
Disminución de crédito comercial |
Incremento de patrimonio neto |
Aumento del crédito comercial de proveedores |
Liquidación de activos fijos |
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La elección entre una y otra pauta de actuación dependerá de muchos factores que afectan a la gestión de la empresa en general, políticas comerciales, de crecimiento, etc. En cualquier caso, sí que la empresa deberá tener siempre muy presente a los efectos de equilibrio financiero, la relación existente entre su posición de tesorería neta y dentro de la estructura de la financiación básica, la parte que esté compuesta por el exigible a largo plazo más el exigible a corto, puesto que la financiación ajena a largo plazo es indudable que resta capacidad de endeudamiento adicional y desequilibra la necesaria relación capitales propios y capitales ajenos.
A modo de resumen vamos a facilitar una última tabla que recoge de forma sistemática las diferencias existentes entre las NOF y el fondo de maniobra:
Necesidades operativas de fondos |
Fondos de maniobra |
Es el concepto de activo, es decir, de inversión o materialización de los recursos de la empresa |
Es el concepto de pasivo, es decir, de recursos financieros necesarios para el desarrollo normal de la actividad |
Permite disponer de un parámetro útil para el seguimiento y control de las áreas operativas: compras, almacén, ventas, cuentas a cobrar y cuentas a pagar |
Permite conocer las necesidades de recursos financieros permanentes en la empresa |
Forman parte del fondo de maniobra |
Es la suma de las NOF y las necesidades líquidas |
La comparación de ambos conceptos permite conocer la situación de la tesorería: 1. Excedencia (exceso de tesorería): la empresa debe colocar dichos excedentes en su propia actividad o fuera de ella a través de inversiones en títulos (obligaciones y/o acciones) con objeto de obtener rentabilidad 2. Deficitaria (necesidad de tesorería): la empresa debe pedir financiación ajena mediante el pasivo negociado a corto plazo (pólizas de crédito, etc.) |
Como conclusión final se puede decir que, desde un punto de vista financiero, el análisis del circulante de una empresa (activo circulante y pasivo circulante) es igual de importante que la planificación y gestión del activo fijo o inmovilizado.
Tanto el circulante como el inmovilizado de una empresa son consumidores de recursos financieros, y por ello consideramos que en el seno de las empresas deberían tener un adecuado control y seguimiento. Es fácil comprobar cómo las empresas establecen procedimientos y controles en la realización de inversiones en activos fijos. Sin embargo, a las inversiones del circulante no se les suele conceder tanta importancia, por lo que se establecen menos controles.
Es un error hacer esta discriminación. En ambos casos se aplican y utilizan recursos financieros y, en consecuencia, se debe establecer el adecuado control mediante indicadores de eficiencia económica y financiera.