By Blog de CEUPE on Jueves, 26 Diciembre 2019
Category: PSICOLOGÍA

La importancia del juego

Jugar tiene un papel central en la vida del niño y lo ayuda a conquistar el medio ambiente. En el juego, el niño explora su entorno, trabaja en sus impresiones, experiencias y se comunica con los demás.

El Juego

Jugar significa: adquirir habilidades

Jugar es un requisito previo para el desarrollo y el aprendizaje del niño.

El niño descubre sus disposiciones e intereses en el juego. Además a través de este el niño se desarrolla social, emocional, motora, lingüística e intelectualmente.

Jugar y disfrutar la actividad es una dimensión importante en el proceso de aprendizaje del niño. Cuando el niño trata de comprenderse a sí mismo y explorar su entorno, a menudo lo hace de manera juguetona. Difícilmente puede separarse el juego del aprendizaje.

Cuando los niños juegan juegos de rol, juegos de reglas o juegos de construcción, desarrollan pensamientos e hipótesis de que pueden probarse a sí mismos o junto con amigos.

Hay muchas oportunidades en la vida cotidiana de los niños que se pueden utilizar para ampliar su comprensión matemática. Cuando a los niños se les da la oportunidad de ingresar y nombrar mucho de una manera lúdica, para organizarlos de acuerdo con el tamaño, peso, volumen, longitud, clasificarlos, compararlos, crear diferentes patrones y formas geométricas simples, los niños descubren las matemáticas. Si hace que los términos matemáticos formen parte de su mundo de experiencia, los niños desarrollan las matemáticas como lenguaje.

Todo lo que los niños ven y oyen, sienten, sostienen y captan, se convierte rápidamente en un juego. Ya sea que se trate de dibujar modelos en el puré de papas, el juego de auto-entretenimiento al vestirse, hacer una mueca al lavarse frente al espejo, levantar y arrojar una piedra o trepar a un árbol: una acción se crea rápidamente. Es el "compromiso de actuación" del niño con todo su entorno. Los niños quieren descubrir, comprender, aproximar sus leyes y familiarizarse con cosas desconocidas. No hay rutina, ni hábitos, ni patrones de comportamiento para los niños. Es su mundo de encuentro constante con lo nuevo y con oportunidades de acción, que a su vez captan a los niños como una motivación / provocación completamente natural para la acción.

Por lo tanto, no es sorprendente si los investigadores del juego asumen que los niños de hasta seis años juegan (¡deben hacerlo!) alrededor de 15,000 horas. ¡Eso es alrededor de 7 a 8 horas al día! Aquí es donde entra en juego la secuencia de desarrollo del aprendizaje psicológico en los niños: primero, entran en un desequilibrio emocional entre percibir y querer experimentar algo. Luego los niños persiguen la actividad provocada actuando. Ahora su emocionalidad se convierte en una alternancia de tensión y relajación. Finalmente, piensan en lo que fue, es y piensan en lo que puede / debe ser. Las experiencias individuales y significativas se combinan para crear ideas, perspectivas y posiciones, que en situaciones similares se han reutilizado o previamente rechazado, son transferibles o deben cambiarse.

Características de comportamiento en las cuatro áreas de competencia

Los niños que juegan mucho e intensamente (notablemente: cantidad y calidad) perciben su peculiaridad, su singularidad, sus opciones y límites para la acción, su mundo de sentimientos y pensamientos. Estos los provocan a profundizar en el juego. Desde hace años se sabe desde el campo de la investigación de juegos que los niños que juegan mucho, desarrollan y expanden intensamente las siguientes características de comportamiento en las cuatro áreas de competencia para un estilo de vida exitoso:

  1. En el área emocional: reconocer, experimentar y procesar sentimientos; mejor manejo de decepciones y fracasos; más fácil de soportar situaciones claras; menos disposición a ser agresivo; resistencia más pronunciada; mayor resistencia; experimenta una mayor satisfacción; una relación más igualitaria de sentimientos básicos: miedo, alegría, tristeza, ira.
  2. En el campo social: mejores habilidades de escucha durante las conversaciones, menos prejuicios contra otras personas, mejor disposición a cooperar, mayor sentido de responsabilidad, mayor aceptación de las reglas, mejor percepción de las injusticias, cultivo de amistad más intensivo.
  3. En el área motora: los niños tienen una capacidad de reacción más rápida, habilidades motoras generales más fluidas, mejor coordinación ojo-mano y habilidades motoras gruesas y finas más diferenciadas, una mejor sensación de equilibrio para su cuerpo y un control de intención más exitoso.
  4. En el área cognitiva: Los niños muestran un mejor pensamiento relacionado con los sentidos (pensamiento lógico), una mayor capacidad de concentración, un mejor rendimiento de la memoria, una mayor apertura a la percepción, un vocabulario más diferenciado, un lenguaje más diferenciado, una mejor comprensión de cantidades, números, colores y formas, una mayor imaginación y una comprensión más sabia a los intentos de manipulación. En el juego, los niños aprenden las habilidades y destrezas necesarias para llevar una vida independiente, más responsable y semiautónoma, para decodificar y ayudar a dar forma a las situaciones, reconocer las necesidades de comportamiento social y equilibrar los propios deseos y necesidades de los extraños.

Es sorprendente que el juego en los niños pueda ser una herramienta para que se desarrolle de forma integral, ya que también le ayuda a descubrir el entorno en el que se desarrolla.

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