La idea irreflexiva de que a cierta edad se es “muy mayor para aprender” se ha ido quedando relegada conforme más sabemos acerca del aprendizaje en las distintas etapas de la vida.
De acuerdo a la neurocientífica Sandra Jurado Sánchez, “La plasticidad cerebral nos permite cambiar y aprender hasta el final”, lo que refuerza la noción de seguir formándonos continuamente sin importar nuestra edad.
La plasticidad cerebral, también conocida como neuroplasticidad, se refiere a la cualidad que posee el cerebro para recuperarse, modificarse y adaptarse a los nuevos cambios. Por mucho tiempo se pensó que esta plasticidad solo estaba presente durante la infancia, pero estudios posteriores demostraron que esta capacidad permanece a lo largo de la vida, de manera que, la facultad de aprender siempre va a estar.
Dicho esto, aunque parezca precipitado que alguien a sus cuarenta y tantos se cuestione el hecho de estudiar, esta interrogante surge con bastante frecuencia alrededor de esta edad, cuando aparentemente puede parecer un poco tarde para emprender una nueva etapa formativa.
Estudiar una maestría a los 40 años
En el ámbito del posgrado, si bien es menos frecuente, algunas personas siguen poniendo en duda la viabilidad de estudiar una maestría al pasar los 40 años. Pero teniendo en cuenta que la franja de los cuarenta es una edad donde se encuentra una gran parte de la fuerza laboral a nivel mundial, continuar con los estudios a través de un máster te brindará una serie de beneficios tanto a nivel profesional como personal.
En España, a finales del 2020, la edad promedio de los trabajadores se ubicó en los 43 años, dejando entrever que lanzarse a estudiar un máster a esta edad no parece, en absoluto, una mala idea. De hecho, los puestos de liderazgo en México lo ocupan personas cuyas edades van desde los 40 a los 51 años. Y se sabe que, para optar a puestos directivos, uno de los recursos más usados se encuentra en la educación, más concretamente en los MBA o las Maestrías en Administración de Empresas.
Hacer un máster a los 40 años o más te permitirá desarrollar un cúmulo de nuevos conocimientos y habilidades, los cuales podrás unificar con la experiencia laboral que has adquirido hasta ahora, convirtiéndote así en un profesional más completo y actualizado.
El perfil adquirido una vez finalices tu máster te habilitará la posibilidad de acceder a posiciones laborales de mayor nivel y con mejores sueldos. Aunque un posgrado no te garantiza al 100% un empleo de calidad, sí que te aumenta las posibilidades de conseguir uno y mantenerlo en el tiempo.
Por eso, una buena forma de evitar el estancamiento profesional es mediante el abordaje de un programa de máster. La constante renovación de conocimientos te mantendrá en la cúspide de tu profesión y, por ende, serás capaz de prevalecer en el cada vez más competitivo mercado laboral.
Estudiar una maestría a los cuarenta bajo modalidad online
Sin duda, una de las barreras más comunes a la hora de estudiar un posgrado con más edad es la disponibilidad de tiempo. A estas alturas, el consumo de tiempo que genera el trabajo, aunado a la muy posible responsabilidad de una familia, genera algunas dificultades para emprender un curso de estas magnitudes, teniendo en cuenta la inversión de tiempo, esfuerzo, y dinero que ello requiere.
No obstante, la oferta formativa de másteres online existentes en la actualidad ha hecho que la compaginación de trabajo, estudio y familia sea muy factible de llevar. Estudiar a distancia está facultando a un gran número de personas la oportunidad de conseguir un título de máster, sin importar qué tan ajetreada sea su vida personal y laboral.
Ver: 7 Ventajas de estudiar un posgrado a distancia.
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