Una empresa que puede operar sin problemas a pesar de los riesgos que ocurren o podrían ocurrir, es un indicador de que está bien preparada y tiene una gestión efectiva de riesgos en su lugar.
Definición de gestión de riesgos empresariales
La gestión de riesgos empresariales es un proceso integral que busca anticipar, detectar y enfrentar los riesgos que enfrenta una empresa en su día a día.
Conlleva identificar amenazas, analizar su probabilidad de ocurrencia y el impacto que podrían tener en la organización, y luego desarrollar estrategias para manejar estos riesgos.
Entiéndase por riesgos empresariales a aquellas eventualidades que pueden afectar negativamente a los objetivos, la rentabilidad, la reputación o la continuidad operativa de una empresa.
Estos riesgos pueden surgir por algún cambio en el entorno económico, político o tecnológico, por un desastre natural, un error humano, un fraude, un incumplimiento normativo, o cualquier otro factor interno o externo que pueda causar daño a la empresa.
Ver también: ¿Cómo evaluar los riesgos de una empresa?
¿Cómo se gestionan los riesgos en una empresa?
Gestionar los riesgos de una empresa comprende generalmente los siguientes puntos:
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Se identifican todas las posibles amenazas: Este primer paso consiste en enumerar todas las posibles circunstancias que podrían suceder y causar daño a la empresa. Para ello, es necesario realizar un análisis completo de todos los aspectos del negocio, tanto externo como interno, para identificar todas las posibles fuentes de riesgo.
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Se evalúa la probabilidad de que ocurran: Una vez que se han identificado las posibles amenazas, se determina cuán probable es que cada una de estas realmente ocurra en un periodo de tiempo específico.
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Se analiza el impacto potencial de cada riesgo: Posteriormente, se busca saber cómo cada riesgo identificado podría afectar a la empresa en términos financieros, reputacionales, operativos, legales, etc.
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Se establecen medidas para reducir la ocurrencia de estos riesgos: Se refiere a la implementación de acciones estratégicas para disminuir la probabilidad de que ocurran los riesgos detectados. Son las llamadas "medidas preventivas", y hacen alusión a tomar acciones proactivas para evitar que ocurran eventos no deseados o, como mínimo, reducir su probabilidad de ocurrencia.
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Se desarrollan estrategias para manejar cada riesgo detectado: De acuerdo a los riesgos hallados, se crean planes específicos para cada uno de estos riesgos. La finalidad es tener un plan de acción para tratar con éxito cada problema en caso de que surjan.
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Se vigilan continuamente las medidas de protección para asegurarse de que sigan siendo efectivas: Finalmente, se monitorean de forma continua las medidas de protección implementadas para asegurarse de que sigan siendo efectivas frente a los riesgos cambiantes del entorno empresarial.
La importancia de estar atento
Cabe señalar que los riesgos empresariales evolucionan de diversas formas a lo largo del tiempo. Esto significa que es fundamental que las empresas estén siempre atentas y adapten sus estrategias de gestión de riesgos en consecuencia.
Muchas veces, las amenazas pueden brotar de fuentes inesperadas, por tanto, estar atento y responder ágilmente a los cambios en el panorama empresarial puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso para una empresa en el largo plazo.
El director de riesgos
El principal responsable de la gestión de riesgos dentro de una organización se conoce como director de riesgos, o Chief Risk Officer (CRO) en inglés.
Es un ejecutivo de alto nivel encargado de gestionar todos los aspectos relacionados con los riesgos de una empresa.
El CRO trabaja de manera conjunta con otros líderes y departamentos dentro de la empresa (como finanzas, operaciones, cumplimiento y tecnología) para garantizar una comprensión completa de los riesgos en todas las áreas del negocio.
También contribuye de manera importante en la planificación estratégica, proporcionando información sobre los riesgos que pueden afectar la capacidad de la empresa para alcanzar sus objetivos.
Adicionalmente, este perfil tiende ser el punto de contacto principal para los reguladores y otras partes externas en lo que respecta a la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo.