“El cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad”. Así de contundente se muestra Greenpeace, que explica que es “el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias pueden ser devastadoras si no reducimos drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero”. Es necesario analizar cómo nos está afectando y, sobre todo, tomar medidas, como la extensión de energías renovables, para evitar esas consecuencias.
Los datos de Acciona, la empresa de infraestructuras sostenibles y energías renovables, son también devastadores: “Unos 1100 millones de habitantes, el 17% de la población mundial, no disponen de acceso a la electricidad”. Por eso, Naciones Unidas estableció la meta de alcanzar, en 2030, el acceso universal a la electricidad.
Por otra parte, se explica que “2.700 millones de personas –el 38% de la población global– utilizan biomasa tradicional para cocinar, calentarse o iluminar sus viviendas con grave riesgo para su salud”, lo que arroja bastante esperanza a la hora de asegurar la supervivencia de las energías verdes.
Los modelos sostenibles de producción energética han ido apareciendo para luchar contra este problema, y lo han hecho con un gran crecimiento. La Oficina Europa de Estadística (Eurostat) trataba en un artículo sobre los datos europeos en energías renovables, exponiendo que “de aquí a 2020, la intención de la UE es lograr que el 20% de su consumo final bruto de energía proceda de fuentes renovables”.
De esta manera, las energías renovables son el futuro, pero también el presente. Y es fundamental que haya profesionales bien formados en la lucha contra el cambio climático.
Las medidas de la Unión Europea
La Directiva de 2009/28/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de abril de 2009, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, estableció como objetivo conseguir una cuota del 20% de energía procedente de fuentes renovables en el consumo final bruto. También marca una cuota del 10% de energía procedente de fuentes renovables en el consumo de energía en el sector del transporte en cada Estado miembro para el año 2020.
Los Planes Nacionales de Acción (PANER)
Existen, por tanto, planes nacionales de acción (PANER) tanto en el marco de la Unión Europea como a nivel global. En el caso de España, tal y como explican en el propio documento, “la política energética se ha dirigido hacia la liberalización y el fomento de la transparencia en los mercados, el desarrollo de las infraestructuras energéticas y la promoción de las energías renovables y del ahorro y la eficiencia energética”.
Se prevé la creación de 128.373 puestos de trabajo para 2020
Así, es evidente la oportunidad de mercado que se abre al estudiar energías renovables. El PER (Plan de Energías Renovables) 2011-2020 que se estableció para España estimó que el empleo directo asociado a las fuentes de energías renovables en los años 2015 y 2020 ascendería a 82.589 y 128.373 puestos, respectivamente.
De hecho, un artículo reciente de El Economista hablaba de 45.000 empleos solo en 2019. En cuanto a la energía fotovoltaica (obtenida mediante la radiación solar), será la responsable de crear 19.000 puestos de trabajo con carácter permanente durante los próximos 20 años, según El Economista con datos de la Asociación APPA Renovables.
Los distintos tipos de energía renovables
La transición energética se está realizando por medio de varias fuentes, todas ellas inagotables y no contaminantes, de entre las que destacamos los siguientes:
- Hidráulica: el agua cae hacia turbinas eléctricas que, mediante un alternador, la convierten energía eléctrica.
- Eólica: los molinos de viento transforman las corrientes de aire en energía eólica.
- Solar: mediante la radiación electromagnética.
- Geotérmica: el calor presente debajo de la tierra es una fuente energética muy poco explotada aún.
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Estos estudios conceden una gran parte del temario a la formación en ética y responsabilidad. Uno de los objetivos principales es formar profesionales cuya función principal es analizar el mercado, la prevención y corrección de daños ambientales, la protección del entorno y la mejora de la calidad ambiental.