La aceleración del ritmo de la vida moderna ha llevado a un aumento significativo de la carga física, psíquica y emocional de una persona, debido a los problemas cotidianos, las relaciones interpersonales, el contenido de la actividad profesional y la sobrecarga de información. Muy a menudo, una persona tiene que estar en un estado de estrés emocional, experimentar una sensación de mayor ansiedad, ansiedad, dudas sobre sí mismo, es decir. experimentando el llamado estrés.
¿Qué es el estrés?
el estrés es una respuesta del cuerpo humano al sobreesfuerzo, a las emociones negativas y positivas. Durante el estrés, el cuerpo humano produce la hormona adrenalina, que te hace buscar una salida. Todo el mundo necesita estrés en pequeñas cantidades, ya que te hace pensar, buscar una salida al problema, y en este caso tiene un significado positivo.
Pero, por otro lado, si hay demasiado estrés, el cuerpo se debilita, pierde fuerza, la capacidad de resolver problemas y puede causar enfermedades graves.
El estrés se puede dividir en:
- Positivo y negativo: según el grado de coloración emocional.
- Corto y largo plazo (o agudo y crónico)- por duración.
- Fisiológicos y psicológicos: estos últimos, a su vez, se dividen en informativos y emocionales debido a la causa de la ocurrencia.
Las fuentes de estrés pueden ser:
- Externo: mudanza a un nuevo lugar de residencia, cambio de trabajo, muerte de un ser querido, divorcio, problemas cotidianos asociados con problemas de dinero, cumplimiento de obligaciones en una fecha determinada, disputas, relaciones familiares, falta de sueño.
- Interno: revisión de valores y creencias de vida, cambio en la autoestima personal, etc.
Síntomas del estrés y posibles consecuencias del mismo
Los síntomas pueden aumentar gradualmente o aparecer de repente, en unos pocos minutos. Aparecen ataques de ansiedad, pánico, que generalmente no duran mucho, proceden en forma de explosiones emocionales, acompañadas de una sensación de horror y reacciones del cuerpo como aumento del ritmo cardíaco y sudoración.
La ansiedad generalmente se desarrolla gradualmente. Los síntomas también pueden incluir tensión muscular, fatiga, irritabilidad, impaciencia, insomnio o trastornos del sueño, dificultad para concentrarse, cambios de humor o, por el contrario, sobreexcitación, ira, deterioro de la memoria, aumento de la fatiga, etc.
Formas y principios para superar el estrés
Cada uno de nosotros tiene un nivel diferente de estrés, que está determinado por factores hereditarios y de otro tipo, y un nivel diferente de actitud y respuesta al estrés.
Diferentes personas responden al estrés de diferentes maneras: algunas comienzan a absorber una cantidad increíble de alimentos, otras pierden el apetito por completo; a algunos les resulta difícil conciliar el sueño por la noche, mientras que otros experimentan somnolencia incluso durante el día.
Los principios básicos para hacer frente al estrés incluyen:
- Reducir el significado subjetivo del evento que causó estrés: reconsidere su actitud ante lo que sucedió de acuerdo con el principio: "Lo que no se hace es para mejor ...".
- Comportamiento activo: no mantener en uno mismo los sentimientos y emociones que surgieron que causaron estrés, sino desechar la energía acumulada haciendo algo incluso impensable (por ejemplo, lavar una ventana o piso con un cepillo de dientes, limpiar platos, etc.); así como practicar deportes, jugar fútbol, voleibol, etc.
- La capacidad de relajarse: el estrés provoca tensión general y un aumento en la frecuencia de las ondas cerebrales. La relajación, por el contrario, reduce su frecuencia, lo que conduce a una disminución en el nivel de excitación del sistema nervioso central.
El pensamiento positivo, una forma positiva de pensar y las emociones positivas asociadas de bondad, amor, alegría, es la principal herramienta personal para garantizar la salud y el bienestar.