Elegir un programa de posgrado es una decisión trascendental en la vida de cualquier persona. Sin embargo, desafortunadamente, algunas personas que deciden estudiar un posgrado, por una u otra razón, no eligen el programa que más les conviene.
Finalizar un posgrado por sí mismo ya es un logro, pero hacerlo con un posgrado que no se alinea con las aspiraciones personales y profesionales del estudiante no es tan gratificante, especialmente si lo comparamos con uno que sí.
Por ende, a continuación, vamos a explicar aquellos errores más habituales que se suelen cometer a la hora de elegir un programa de posgrado (sea este una especialización, una maestría, o un doctorado)
Fallos habituales al elegir un posgrado
1. Tomar una decisión apresurada
Uno de los errores más frecuentes es tomar una decisión apresurada sin haber investigado lo suficiente. A veces, el entusiasmo por empezar algo nuevo o la presión externa nos lleva a elegir el primer programa que encontramos. Por eso, es crucial tomarse el tiempo necesario para investigar y comparar diferentes opciones, evaluar sus planes de estudio y considerar cómo se alinean con nuestras metas a largo plazo.
2. Elegir un campo que no te apasiona
Es tentador elegir un campo de estudio basado en las tendencias del mercado o en las recomendaciones de otras personas. No obstante, si no te apasiona el área que eliges, es probable que te resulte difícil mantener la motivación a lo largo del programa. La pasión por el tema de estudio es un factor clave para el éxito y la satisfacción personal.
3. No verificar la calidad del programa y la institución que lo imparte
No todos los programas de posgrado son iguales, y la calidad puede variar considerablemente entre instituciones. No verificar la acreditación, la trayectoria profesional del cuerpo docente y la reputación de la universidad, es un grave error. Dos programas aparentemente iguales pueden ser muy diferentes en cuanto a lo que te pueden ofrecer en términos de conocimientos, habilidades y oportunidades de networking. Así que, es fundamental investigar y elegir un programa de una institución reconocida y de prestigio.
4. No considerar el tiempo y la inversión monetaria que se necesita
Un posgrado requiere de una inversión considerable de tiempo y dinero. No tener en cuenta estos aspectos puede llevarte a situaciones muy estresantes durante el curso del programa. Es importante evaluar cuánto tiempo puedes dedicar a los estudios y si estás dispuesto a asumir el costo total del programa.
Aquí será relevante tomar en cuenta la modalidad del programa, es decir, si es online o presencial, ya que la modalidad influirá en tu rutina diaria y en los gastos que debes afrontar. En líneas generales, un programa online es más barato y ofrece más flexibilidad, mientras que uno presencial brinda una mayor interacción directa con profesores y compañeros, y por tanto es más inmersivo, pero al mismo tiempo es más costoso y precisa del alumno mayor cantidad de tiempo.
5. Seleccionar un posgrado que no apoye tus objetivos profesionales
Por último, seleccionar un posgrado que no esté alineado con tus objetivos profesionales puede ser un fallo importante. Es vital tener una visión clara de cómo el programa de posgrado puede ayudarte a progresar en tu carrera. Considera si el programa ofrece las habilidades, el conocimiento y las oportunidades de networking que necesitas para alcanzar tus metas profesionales.