En el mercado laboral actual, ser especialista en un ámbito hace que una persona destaque por encima de las demás. Por lo tanto, la formación académica es una necesidad primordial para tener éxito en la carrera profesional. ¿Bajo qué criterios podemos tomar la decisión sobre qué carrera escoger de acuerdo a la situación personal de cada uno?
Si aspiras a formarte en el mundo de las finanzas, en primer lugar, debes saber que existen muchas áreas distintas en las cuales enfocarte. Por ejemplo, de acuerdo a los másteres que ofrece CEUPE, puedes orientarte hacia la dirección y gestión financiera, a la alta dirección de empresas o a la contabilidad, entre muchas otras alternativas. Además, el campo de las finanzas suele dividirse en cuatro especialidades: corporativas, personales, públicas e internacionales.
Elegir un curso de finanzas según mi situación personal
Desde luego, la inclinación por una de estas opciones debe hacerse a conciencia y con los fundamentos apropiados. A continuación, enumeraremos algunos puntos que se deben tener en mente para elegir el programa de finanzas adecuado a la situación personal de cada uno.
1. Preferencias personales
Al elegir un curso de postgrado, has de ser consciente de que demandará mucho tiempo, esfuerzo e inversión de tu parte. Así, es fundamental que analices profundamente las herramientas y los conocimientos que necesitas conseguir para poder desarrollarte en el área que más te guste.
Por supuesto, tener un máster en un campo determinado no te garantiza el éxito; incluso puede que tu carrera profesional tome un giro inesperado y te presente oportunidades que nunca hayas imaginado. No obstante, debes tener claro tu objetivo para poner toda tu concentración en alcanzarlo.
2. Orientación del plan de estudios
A menudo se suele pasar por alto este detalle, pero es algo muy importante. Tanto si el día de mañana trabajas en el ámbito privado como si lo haces en el público, tanto si diriges una empresa pequeña como una gigante, será fundamental que 'sepas desenvolverte'. Ante estas circunstancias, resulta importante que evalúes qué te ofrece un programa determinado con relación a proyectos concretos y prácticas laborales.
Ten en cuenta que hay algunos que se dedican más a la parte teórica y dejan de lado estas aplicaciones en situaciones cotidianas. Si bien esto puede resultar útil si te interesa la investigación o la pedagogía, puede que no sea lo mejor si eres de las personas que prefieren aprender sobre las cuestiones concretas del día a día.
3. Modalidad
En la actualidad, las universidades ofrecen programas de finanzas de diferentes formas. Así por ejemplo, un estudiante puede escoger entre la modalidad presencial o en línea, según sus preferencias o posibilidades.
La primera implica asistir a clases periódicamente y, por supuesto, demanda una mayor cantidad de tiempo. Su lado positivo es que suele completarse más rápido que la modalidad online, además de permitir un contacto cotidiano y personal entre docente y alumno.
No obstante, la modalidad en línea es un gran avance en cuanto a la adaptación de las entidades educativas a la situación personal de su alumnado. De este modo, un joven profesional que trabaja puede ajustar sus horarios a su gusto. Asimismo, las plataformas virtuales le ofrecen todas las herramientas necesarias para el aprovechamiento del curso.
4. Planes de futuro
Es uno de los puntos más concretos e importantes de tu elección. La pregunta que debes responder es: ¿dónde te gustaría trabajar en el futuro?
- En entidades gubernamentales: el programa de finanzas públicas es el adecuado.
- Para grandes empresas: inclínate por las finanzas corporativas.
- Si te interesa comprar y vender acciones y analizar los mercados: las finanzas internacionales son lo tuyo.
- Para aprender a moverse entre las inversiones, los ahorros y los gastos de las personas: las finanzas personales son tu campo de acción.
5. Plan de estudio y cuerpo docente
Una vez que tengas más o menos claros los puntos anteriores, de seguro tus opciones se habrán acotado bastante. Entonces, es momento de empezar a hilar más fino y analizar las cátedras y las horas de estudio o créditos de cada programa.
Asimismo, tampoco te olvides de hacer una breve investigación acerca del claustro de profesores. Debes estar al tanto de las experiencias y los conocimientos que cada docente puede transmitirte en sus clases.
Con toda esta información, tanto los recién graduados como los profesionales con poca o mucha experiencia podrán encontrar un máster de postgrado acorde a su situación personal. Por supuesto, como consejo final, también deberás considerar el prestigio de la universidad o centro de estudios y la relación precio-calidad de sus propuestas.