By Sofia Beguería on Lunes, 22 Mayo 2017
Category: CIENCIAS

El agua. Sus características y propiedades

El agua como requisito necesario para vivir juega un papel primordial en el desarrollo de todo ser vivo. Esta especie química es determinante de muchas de las características físico-químicas y biológicas imperantes en el planeta tierra.

El agua era considerada como una sustancia homogénea, hasta el descubrimiento de los isótopos de hidrógeno y oxígeno. Más adelante se comprobó que era una mezcla en la cual varía las cantidades relativas de distintos constituyentes.


Este líquido fundamental contiene grandes anomalías en sus propiedades. Los valores elevados en sus puntos de fusión y ebullición, vaporización y sublimación, conductividad térmica, capacidad térmica, tensión superficial y constante dieléctrica. Todas estas propiedades juegan un papel que podemos considerar fundamental en el desarrollo de la vida.

"Se establece que más de 400 tipos de sustancias pueden causar contaminación del agua. En caso de sobrepasar al menos uno de los tres indicadores de peligro (toxicológico, sanitario y organoléptico) el agua se considera contaminada." Así lo explica Eres Medio Ambiente, revista especializada en el cuidado de nuestro planeta.

A continuación, se detallan las principales características del agua:

La densidad del agua es 1 (exactamente 0,9999 a 20º C). La congelación del agua es bas­tante distinta a la de otros líquidos. Los puentes de hidrógeno producen un reordena­miento cristalino que hace que el hielo se expanda más allá del volumen del líquido ori­ginal, de forma que su densidad resulta menor y flota. Si no fuese así los cuerpos de agua se congelarían en el fondo y la vida, en la forma que conocemos no existiría.

Es la propiedad que tiene un líquido de oponer resistencia a todo movimiento, ya sea interno o global del flujo. Es un papel fundamental de las pérdidas de carga y por tanto juega un papel fundamental en el tratamiento del agua. Disminuye cuando aumenta la temperatura. Aumenta conforme aumenta el contenido en sales disueltas, por lo que es más viscosa el agua del mar que la de un río.

Es la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de 1Kg de agua en 1ºC. Es la sustancia que posee mayor calor específico (4.180 J/Kg/ºC). Varía en función de la tem­peratura y presenta un mínimo a 35ºC.

Cantidad de calor necesaria para efectuar el cambio de estado de la unidad de masa pre­viamente llevada a la temperatura que corresponda a la tensión reinante.

La energía requerida para romper un puente de hidrógeno y liberar una molécula de agua (H20) para formar vapor, es mucho mayor que la requerida por muchos compuestos quí­micos comunes. El calor de vaporización del agua es de 539 Kcal/Kg, es por ello que el va­por de agua tiene un alto contenido energético y es un medio ideal para transferir energía.

Es la fuerza de tracción que se ejerce sobre la superficie del líquido. El agua tiene una tensión superficial muy elevada debido a los puentes de hidrógeno. La tensión superficial disminuye al aumentar la temperatura. Se mide en Newton/metro.

El agua es ligeramente conductora de electricidad, aumentando su conductividad si se añaden sales u otros materiales ionizantes. Su unidad es microsiemens por centímetro (μS/cm).

El agua pura no es incolora, tiene un tinte azul verdoso en grandes volúmenes. El color afecta estéticamente a la potabilidad de las aguas y afecta como colorante de ciertos pro­ductos cuando se utiliza en su fabricación.

Las medidas de color se hacen por comparación con un estándar arbitrario a base de cloruro de cobalto Cl2Co y cloroplatino de potasio Cl6PtK2 y se expresa en una escala de unidades de Pt-Co (unidades Hazen) o simplemente escala Pt.

Es la dificultad del agua para transmitir la luz de los materiales en suspensión, coloidales o muy finos. Son materiales difíciles de decantar y filtrar.

La medición se hace por comparación con la turbidez inducida por diversas sustancias. Se utilizan unos aparatos llamados turbidímetros de los que existen varios tipos.

El color, la turbidez y la conductividad se utilizan como parámetros de la calidad del agua.

Dato importante

La hidrología es la rama de la ciencia que estudia cómo se mueve el agua en la Tierra, cómo se transforma, propiedades físico-químicas y sus interacciones con el medio físico y biológico, incluyendo las reacciones a la acción del hombre.

La contaminación del agua y sus fuentes de contaminación

La contaminación del agua se define como la presencia de sustancias u organismos ex­traños en un cuerpo de agua en tal cantidad y con tales características que impiden su utilización con propósitos determinados.

La contaminación puede ser natural o antropogénica:

Por el tipo de contaminante que generan se clasifica en:

Sin embargo, es relativamente fácil de prevenir y controlar, ya que, si se llevan a cabo las medidas de recolección oportuna y adecuada de la basura, su confinamiento en lugares acondicionados para tal fin y campañas de educación para la salud, se podrán prevenir muchas de las enfermedades debidas a esta fuente de contaminación.

Existen dos tipos de tratamientos de aguas: el tratamiento de aguas para su acondicio­namiento al consumo humano, ya que el agua tal y como se encuentra en la naturaleza no puede ser utilizada por el hombre, dado que puede contener sustancias que provocan daños en la salud, y el tratamiento de aguas residuales, que se aboca a disminuir la gran cantidad de contaminantes del agua una vez que fue utilizada por el hombre para activi­dades agrícolas, industriales o domésticas.

Ambos tratamientos tienen los mismos principios, pero el tratamiento de aguas residua­les es más complejo debido a que la cantidad de contaminantes contenidos es más alta.

En la actualidad, cerca de 5 millones de personas en el mundo mueren por beber agua contaminada, una situación que se agudiza especialmente en aquellos contextos de exclusión social, pobreza y marginamiento.

La falta de agua potable tiene graves consecuencias para nuestra salud y para la del planeta en general. Por eso es esencial hacer un uso responsable del agua y emprender medidas encaminadas a reducir las causas que provocan su contaminación. Aunque parezca un hito inalcanzable, empezando por ser responsables a pequeña escala ya estaremos contribuyendo a la causa. Recuérdalo: ¡está en tus manos!

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