A la hora de considerar estudiar una maestría, un factor que se tiende a tener bastante en cuenta es la edad. Mientras que algunos deciden abordar un programa de este tipo apenas egresan de la carrera, otros la hacen años más tarde.
Las ventajas que supone contar con un título de máster dentro de un mercado laboral cada vez más competitivo, ha motivado a que muchas personas decidan cursar un posgrado del estilo para no quedarse atrás.
Poseer una maestría puede hacer la diferencia entre ser elegido o no al aplicar en una oferta de trabajo. Pero más allá del valor curricular que brinda un posgrado, es verdaderamente la posesión de ciertos conocimientos especializados lo que las empresas suelen valorar para dar luz verde a un candidato.
Ante esta situación, la duda que emana entre estudiantes de nivel superior y profesionales en activo en cuanto a qué edad es buena para hacer una maestría es un tanto complicada de responder, al menos de forma breve, ya que ello va a depender en esencia de la situación personal de cada persona.
A menudo, no es tanto un tema de edad, sino de contexto ideal. Para alguien que aún no tiene claro a qué campo desea especializarse, una decisión basada única o mayormente en su edad puede ser imprudente, ya que puede elegir un camino equivocado.
Por otro lado, están quienes saben lo que buscan, pero actualmente no se lo pueden permitir por cuestiones relacionadas al tiempo, dinero o salud.
También, se hallan los que persiguen primeramente la experiencia laboral antes que adentrarse a los estudios de posgrado. De hecho, es frecuente observar entre los requisitos de acceso de algunos másteres cierta cantidad de experiencia. Y en este punto surge un nuevo dilema, el cual tratamos detalladamente en el siguiente artículo: ¿Estudiar una maestría o trabajar?
Edad ideal para hacer una maestría
No hay una regla predeterminada que indique la mejor edad para estudiar una maestría. El momento ideal dependerá de una serie de factores que cada individuo debe valorar de forma personal. Sin embargo, una edad comprendida entre los 25 y 40 años es considerado propicio para abordar un máster.
Esto es aproximado, y no significa, en absoluto, que una persona de más de 40 años no pueda oportunamente estudiar un programa de esta naturaleza. En realidad, si esta persona se encuentra en una buena situación personal, puede que su mejor momento sea ahora.
En España, si bien la mayoría de los estudiantes encaminados hacia la obtención de un máster tienen menos de 25 años, en los últimos tiempos se ha visto un incremento considerable de personas con más de 40 años emprendiendo un curso de este estilo.
Todo es relativo, y tanto personas jóvenes como maduras pueden encontrar su punto idóneo para mejorar sus competencias profesionales a través de un máster.
Estudiar un máster a distancia, una alternativa tentadora para los más ocupados
Antiguamente, aquellos perfiles con un gran número de responsabilidades veían muy difícil la posibilidad de estudiar un máster debido a los compromisos que debían atender en su día a día. Ahora, con la avanzada digitalización de los másteres y el asentamiento de la formación online en los niveles de posgrado, las cosas han cambiado.
Los estudios a distancia cuentan con la notable virtud de permitir a cualquier persona compatibilizar el aspecto personal y/o laboral con la vertiente académica, dotándole así de la oportunidad de abordar un posgrado, aunque su agenda sea un poco apretada.
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