By Blog de CEUPE on Viernes, 16 Agosto 2019
Category: MARKETING

Destrezas de un comercial

 “La mayoría de las personas piensan que “vender” es lo mismo que “hablar”. Pero los vendedores más efectivos saben que “escuchar” es la parte más importante de su trabajo”. Roy Bartell

Recomendación previa, leer:

Destrezas de un comercial

Todo buen comercial debe reunir una serie de destrezas para desarrollar su trabajo que, aunque no sean innatas en la persona, pueden adquirirse o perfeccionarse con la práctica.

Empatía

El mejor modo de entender las necesidades e intereses del cliente es ponerse en su lugar, manteniendo un diálogo fluido y participativo, con el que poder obtener sus percepciones, necesidades, deseos, inquietudes.

Se trata de entender el porqué de su actitud y de sus actuaciones. Si el comercial comprende las necesidades de su interlocutor, y consigue convencerle de que puede ayudarle a satisfacerlas, las probabilidades de éxito serán mayores.

Escuchar además de Oír

Prestar atención cuando se nos está hablando y a lo que nos están contando. La escucha es la capacidad de captar sonidos interpretando su mensaje y su finalidad, lo que puede aportar mucha información, además de conseguir que la otra persona se sienta comprendida y atendida.

Consejos para escuchar además de Oír

Con el fin de obtener una percepción adecuada de lo que el interlocutor quiere comunicar, se le tendrá que:

Saber comunicar

A las palabras que se pronuncian les acompañan gestos, miradas, posturas, etc. A continuación, se indican ciertas pautas para adecuar estos “añadidos” a aquello que se quiere comunicar y transmitir.

La Expresión Oral

A lo largo de la jornada laboral son innumerables las ocasiones en las que se hace uso de la comunicación oral: atender a los clientes, contestar al teléfono, recibir visitas, atender a distribuidores, compañeros, directivos, etc.

Consejos para mejorarla:

No dejarse llevar por la timidez y atreverse a hablar. A base de practicar y rectificar errores se aprenderá.

El Lenguaje corporal

Las miradas, los gestos, la expresión facial, las posturas, el modo de articular los movimientos; todo ello acompaña de modo inseparable a las palabras, haciendo que su contenido resulte más o menos creíble. Mientras que el lenguaje oral suele ser más meditado, ya que se controla de modo consciente lo que se desea decir, el lenguaje corporal es mucho más espontáneo, por eso hay que tener especial cuidado con él.

Una postura, un gesto, una mirada, no sólo pueden echar por tierra una exposición, sino que además aportarán información sobre el estado de ánimo y ciertos rasgos de la personalidad, como prepotencia, narcisismo, inseguridad.

Paciencia y perseverancia ante el fracaso

Cuando una venta resulta frustrada hay que analizar las posibles causas, para poder solventarlas y sobretodo hay que continuar adelante, sin perder los ánimos ni la motivación.

La experiencia va forjando a los comerciales, pues de ella pueden extraer los errores y los obstáculos que deben vencer, cuestionándose siempre sobre su propia actuación.

Conocer el Producto

El comercial debe poseer toda la información sobre el producto o servicio a vender. Es bastante frecuente que reciba información sesgada o incompleta de la empresa, cuando debería conocer la información sobre los productos adaptados al punto de vista del cliente.

Beneficios de Conocer el Producto

El hecho de conocer el producto es una herramienta útil y necesaria de cara al cliente porque:

Conocer el cliente

El comercial debe ser consciente de las necesidades de sus clientes antes de “saltar al ruedo”, para poder ofrecerle las ventajas del producto que las satisfarán.

Orientación a seguir

A la hora de ofrecer el producto, no es necesario contar todo lo que se sabe del producto, sino resaltar aquellos aspectos que contribuyen a su satisfacción como comprador.

Organizar el Trabajo

Realizar el trabajo de modo eficaz implica seguir un orden. A la hora de realizar una venta, el comercial deberá:

Orden a seguir para realizar la venta

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