By José Chavez on Lunes, 27 Mayo 2024
Category: CIENCIAS

Descarbonización: ¿Qué es y cuáles son sus beneficios?

El dióxido de carbono (CO2) es un gas naturalmente presente en la atmósfera, pero su exceso es un problema porque actúa como un gas de efecto invernadero, atrapando el calor en la atmósfera y contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático.

Las principales causas del aumento de CO2 son la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural), y la deforestación, ya que los árboles absorben CO2 y su tala reduce la capacidad de la Tierra para eliminar este gas de la atmósfera.

Es a partir de este exceso de CO2 que surge la necesidad de la descarbonización, una estrategia que busca disminuir las emisiones de dióxido de carbono y promueve la desvinculación progresiva de los combustibles fósiles en favor de fuentes de energía más amigables con el ambiente.

¿Qué se entiende por descarbonización?

La descarbonización es el proceso de reducir progresivamente la cantidad de carbono (principalmente dióxido de carbono) que se libera a la atmósfera como resultado de actividades humanas.

¿Cómo se logra la descarbonización?

Para llevar a cabo un proceso de descarbonización es necesario realizar cambios importantes, tales como trabajar y fomentar aún más la transición hacia las fuentes de energía renovable (solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica), implantar políticas de conservación y reforestación para aumentar la captura de carbono, y promover la movilidad urbana sostenible.

Sin embargo, es destacable mencionar que, para conseguir un cambio notoriamente positivo, es fundamental que gobiernos, empresas y la sociedad en general trabajen en conjunto y colaboren activamente. La descarbonización es un plan que precisa de un esfuerzo colectivo de todos los actores involucrados para obtener un resultado palpable en la reducción de las emisiones de carbono y mitigar así el cambio climático.

Beneficios de la descarbonización

Los beneficios que podemos esperar de la descarbonización son:

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

La descarbonización consiste en minimizar la liberación de gases causantes del calentamiento global y al cambio climático, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Esto se logra principalmente mediante la transición hacia fuentes de energía más limpias, que emiten menos o ningún gas de efecto invernadero durante su uso.

Mejorar la calidad del aire

Al restringir la quema de combustibles fósiles para la producción de energía y el transporte, se disminuye la emisión de contaminantes atmosféricos, como el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas suspendidas en el aire (PM), que generan la polución atmosférica y tienen repercusiones en la salud humana y el medio ambiente.

Estimular la innovación tecnológica

La descarbonización promueve la innovación y el avance tecnológico en el ámbito energético con el fin de disminuir las emisiones de carbono y aumentar la eficiencia energética. Incluye avances en energías renovables, almacenamiento de energía, redes inteligentes, vehículos eléctricos, captura y almacenamiento de carbono.

Incrementar la creación de empleo en el sector de las energías renovables

La transición hacia una economía baja en carbono crea oportunidades de empleo en industrias relacionadas con las energías renovables, como la instalación y mantenimiento de paneles solares y turbinas eólicas, la fabricación de equipos de energía limpia, la ingeniería y consultoría en energía sostenible, y la gestión de proyectos de eficiencia energética.

Proteger la biodiversidad

Al moderar las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático, se preservan los hábitats naturales, beneficiando así a la biodiversidad al proteger la estabilidad de los ecosistemas y contrarrestar los efectos dañinos del cambio climático (como la pérdida de hábitats, la acidificación de los océanos y los eventos climáticos extremos).

Conseguir una mayor seguridad energética

La variedad de las fuentes de energía y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles aumentan la seguridad energética al paliar los riesgos inherentes con la volatilidad de los precios del petróleo y el gas, las interrupciones en el suministro debido a conflictos geopolíticos o desastres naturales, y la escasez de recursos finitos. Esto se obtiene mediante la incentivación de fuentes de energía renovable y la implantación de medidas de eficiencia energética para garantizar un suministro energético estable, sostenible y accesible a largo plazo.

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