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El análisis económico ayuda a verificar como genera resultados una empresa y como mejorarlos, Para ello, los datos de base están en las cuentas de pérdidas y ganancias, también denominadas cuentas de resultados.
El análisis de la cuenta de resultados permite evaluar las enumeraciones siguientes:
- Márgenes de explotación
- Contención de gastos
- Beneficios por producto
- Rentabilidad económica
- Umbral de rentabilidad
Entre los métodos de análisis destacan los siguientes:
- Cálculo de porcentajes
- Uso de gráficos
- Diferencias
- Ratios
Cálculo de porcentajes.
El primer paso del análisis económico es el cálculo de los porcentajes de los resultados ordinarios. Para ello se obtiene el porcentaje que representan los diferentes gastos y beneficios sobre las ventas. La cuenta de resultados en porcentajes, si se calcula para varios ejercicios, permite ver claramente la evolución de los diferentes gastos, beneficios y márgenes.
Gráficos de la cuenta de resultados.
La cuenta de resultados puede ser interpretada de una manera gráfica a través de los porcentajes que representan el total de las ventas.
Niveles básicos de resultados.
Lo más interesante para analizar en una cuenta de resultado son los diferentes niveles de resultados:
- Resultado de explotación (BAIT)
- Resultado financiero (RF)
- Resultado extraordinario (RE)
- Beneficio neto (BN)
El resultado o beneficio neto final (BN), si se analiza aisladamente puede llevar a astucias.
La obtención del resultado de la cuenta de pérdidas y ganancias por niveles será fundamental. En general, los criterios de diagnóstico a tener en cuenta son los siguientes:
- Margen bruto (-) Negativo
- BAIT (-) Negativo
- BAT (-) Negativo
Análisis del BAIT.
Es la auténtica medida real de la posibilidad de generación de fondos y excedentes en la empresa, en cómo evolucionan su beneficio antes de intereses y tributos.
Ventas - coste ventas - gastos explotación = BAIT (Beneficio Antes de Intereses e Impuestos)
- Cubre gastos financieros (Coste de capitales ajenos)
- Cubre impuestos (Retribución al estado)
- Cubre dividendos (Retribución a los accionistas)
Excedente + amortizaciones = Cash Flow Neto
- Reservas
- Reposición de inversiones
El cash flow neto equivaldrá a la capacidad de autofinanciación interna de la empresa, siendo por lo tanto, de gran importancia para el desarrollo de la empresa.
EBIT y EBITDA.
Comúnmente el propósito es comparar la rentabilidad de un negocio, en sí mismo, y en relación con otros.
Si los activos se pagaron con dinero proveniente de accionistas y de préstamos bancarios, al calcular el beneficio debemos dejar lo necesario para pagar a ambas fuentes de financiamiento. Por eso los gastos totales no incluyen los intereses (Earnings Before Interests).
Como primero se pagan los intereses y después se pagan impuestos, sería bastante contradictorio restarle a esta cifra los impuestos. El EBITDA presenta entonces el beneficio antes de impuestos.
Cuando se calcula el beneficio típico se les han incorporado a los gastos “depreciación y amortización”. Si hacemos esto estaríamos hablando del EBIT y estaríamos seguramente tratando de determinar qué tan bueno es un negocio.
El EBITDA, en cambio, se calcula sin incorporar estos dos conceptos por dos razones: primero porque sería una suerte de doble contabilidad. Si capital y deuda nos sirvieron para financiar los activos y estamos tratando de determinar de cuánto disponemos para pagar capital y deuda, el considerar la depreciación es contar el uso del capital otra vez.
Del EBITDA debe salir suficiente para pagar los intereses y los impuestos, y el remanente es lo que ganan los accionistas que son, por principio de cuentas, los interesados en calcular esta cifra.
- Margen de contribución
- Costes Fijos
- Resultado bruto de explotación (EBITDA)
- Amortizaciones
- Depreciaciones
- Resultado neto de explotación (BAIT) (EBIT)
- Gastos Financieros
- Beneficio ordinario antes de impuestos (BAT)
- Extraordinarios
- Impuestos
- Resultado neto
- Ingresos
- Costes variables
Análisis del Cash Flow.
A los empresarios y directivos les interesa conocer cómo se generan los recursos y cómo se autofinancia su empresa.
Para el análisis de la capacidad de generar recursos, además de los conceptos de beneficio antes de intereses e impuestos (BAIT) y Beneficio neto (BN) se utiliza el concepto de Cash-Flow (económico) entendiéndose como:
Cash flow = beneficio neto + amortizaciones y provisiones
Se identifica con los recursos generados por la empresa durante un periodo determinado, ya que es el diferencial entre los ingresos y los gastos desembolsables. Las amortizaciones y provisiones, son un gasto del ejercicio, pero no suponen un desembolso de caja.
Cash flow = ingresos –gastos desembolsables = beneficio + amortizaciones + provisiones
El cash flow es un indicador para el análisis directivo más estable, aunque más bruto, que el propio beneficio. Y es así porque cuando una empresa reduce su amortización para mejorar el beneficio, su cash flow permanece constante. Ahora bien, si se aplica principios más conservadores incrementado su amortización, el beneficio contable se reduce, pero su cash-flow resulta inalterado.
Se pueden tomar niveles de cash-flow según la referencia de beneficios que tomemos así distinguiremos:
Cash flow bruto = bat + amortizaciones y provisiones
Cash flow neto = bn + amortizaciones y provisiones
En principio se debería de cumplir la siguiente igualdad:
Beneficio + amortizaciones = cobros – pagos
Pero en la realidad esto no siempre es así, pues hay que considerar los movimientos de las masas de circulante. Por ello, existen dos tipos de cash-flow:
Cash flow económico = beneficio + amortizaciones
Cash flow financiero = cobros de explotación – pagos de explotación
Por tanto, hay que diferenciar entre el cash-flow operativo y la caja generada por las operaciones que no tienen por qué coincidir por lo anteriormente indicado:
Cash flow operativo (cfo) = beneficio + amortizaciones
Realmente se entiende por flujo de caja a los Fondos generados por las operaciones (FGO) que no tiene por qué coincidir con la caja generada por las operaciones (CGO) debido a las variaciones del circulante.
Clasificación de los flujos por operaciones.
El análisis de un estado de circulación financiera se basa en el estudio de la cuantía y procedencia de las fuentes de financiación captadas en el ejercicio, así como de su empleo o aplicación.
El análisis resulta de especial utilidad cuando clasificamos los flujos por actividades u operaciones, donde:
- FFO o CFO: flujos de fondos ordinarios o por operaciones corrientes.
- FFF o CFF: flujos de fondos de financiación.
- FFI o CFI: flujos de fondos de inversión.
En función de la fase del ciclo de vida en el que se encuentre la compañía, los flujos van cambiando de signo y configurando la situación de fondos de la misma.
Ratios basadas en cuenta de resultados.
La evolución de las ventas es una variable clave para el diagnóstico económico de una empresa. De todas formas, puede ser erróneo considerarla como la única variable clave a seguir, que es lo que a veces ocurre en alguna empresa ya que impide detectar a tiempo otros problemas importantes.
Las ventas, gastos y resultados pueden analizarse a través de ratios como los siguientes:
- Análisis de las ventas.
- Ratio de expansión de ventas: Se calcula dividiendo las ventas de un año por las del año anterior.
- Ratio de venta por empleado: divide las ventas en unidades monetarias o físicas por el número medio de empleados y ha de ser lo más elevado posible.
- Ratio de cuota de mercado: esta ratio refleja la parte del mercado, en que opera una empresa, que es atendida por esta.
- Ratio de participación de cada producto en el total de ventas: Se obtiene dividiendo las ventas de cada producto por las ventas globales en unidades monetarias.
- Análisis de los gastos.
- Cualquier tipo de gasto puede compararse con las ventas.
- También puede calcularse la expansión de cada uno de ellos.
- Otros gastos pueden compararse con número de empleados, clientes, productos, etc.
- Análisis de productividad, eficacia y eficiencia. Las ratios de productividad comparan los resultados obtenidos (beneficios, ventas, unidades producidas o clientes) con los gastos (o recursos) empleados. Lo óptimo es que estos sean lo más elevados posibles.
- Para medir la eficacia se comparan los resultados previstos (beneficios, ventas, producción, clientes etc.) con los resultados realmente obtenidos
- Para evaluar la eficiencia se comparan los gastos que se preveía consumir con los gastos realmente producidos. Una empresa será más eficiente cuando consiga sus objetivos (es decir sea eficaz) consumiendo los mínimos gastos que sea posible.
- Estos indicadores miden el nivel de calidad conseguido y los costes relacionados con la calidad.
- Lo preferible es que tengan un valor tan reducido como sea posible.
Cada vez son más utilizados los indicadores relacionados con la calidad, a pesar de que para ello se precise información que en su mayor parte no está en las cuentas anuales.
El estado del valor añadido.
VENTAS NETAS
- Gastos proporcionales
- Otros gastos (sueldos)
- Amortizaciones
- Provisiones
= Beneficio antes de impuestos e intereses (BAII)
- Gastos financieros
= Beneficio antes de impuestos (BAI)
- Impuesto de sociedades
= Beneficio neto