La familia tiene gran influencia en los hijos, ya que esta los forma a través de las interacciones que se dan en la comunicación que se da en el día a día. Por tanto, en la comunicación familiar se dan estilos de crianza que impactarán en el desarrollo del niño.
Estilos de crianza
Según Gottman los estilos de crianza describen los modos como los padres reaccionan y responden a las emociones de su niño. Su estilo de crianza se relaciona con la manera de sentir las emociones.
La clasificación más común de los estilos de crianza son los siguientes estilos:
- Autoritario (dictadura).
- Permisivo (no interferencia).
- Sobreprotección.
- Democrático (cooperación).
Cada uno de estos estilos tiene sus propias características y se reflejan de diferentes maneras en el desarrollo personal del niño.
Estilo autoritario
Los padres que se adhieren a este estilo:
- Exigen grandes logros del niño.
- Castigan los fracasos.
- Controlan estrictamente.
- Se entrometen en el espacio personal del niño.
- Reprimen por la fuerza.
- Deciden por el niño qué es mejor.
- No están interesados en la opinión personal del niño.
- No reconocen sus derechos.
- Frases comunes: "Como dije, será así", "Soy un padre, así que tengo razón".
Con este estilo de educación, el niño no tiene la oportunidad de tomar la iniciativa, ya que todos los asuntos relacionados con su vida son decididos solo por el padre, sin su participación. El estilo de educación autoritario implica resolver conflictos mediante el método de "zanahoria y palo", prohibiciones y amenazas, y no mediante la búsqueda de una solución de compromiso.
consecuencias:
En la adolescencia, la autoridad parental pierde su fuerza y desaparece el miedo a los padres, característico de un estilo de educación autoritario. Por lo tanto, en tales familias a esta edad, a menudo surgen una gran cantidad de conflictos, los niños se vuelven "incontrolables", ya que todos los medios anteriores de influencia de los padres pierden su fuerza.
Las siguientes opciones de personalidad pueden ser rasgos característicos de la personalidad de un niño educado en un estilo autoritario:
Desarrolla de una posición de vida débil:
- Pérdida de autoestima.
- Pérdida de la capacidad de tomar decisiones, ser responsable de la elección.
- Pérdida de los propios deseos ("¿qué quiero?").
Desarrollo una personalidad despótica:
- Odio a los padres.
- Resolver problemas solo por la fuerza (quién es más fuerte, tiene razón).
- Comportamiento y actitud groseros, cínicos, opresivos y groseros hacia los demás.
- Mayor agresividad y conflicto.
Recomendaciones:
- Considerar el punto de vista del niño, sus motivos, deseos y experiencias. Intentando ponerse en el lugar del niño.
- Dar instrucciones en forma de propuesta, y no de una orden.
- Hablar en un tono confidencial y emocionalmente.
- El niño debe comprender las prohibiciones y sanciones, por ello es importante debatirlas con ellos por adelantado y adoptarlas por ambas partes (los padres y el niño).
- Cualquier censura debe dirigirse no a la personalidad del niño, sino a sus acciones específicas. No se puede decir: "¡Eres un mentiroso!", es mejor formular la frase de la siguiente manera: "Fue muy desagradable descubrir que en esta situación me dijeras una mentira".
- Evitar entrar en la habitación del niño sin tocar la puerta o en ausencia del propietario. No tocar sus artículos personales. Intentando respetar el espacio personal del hijo.
- Evitar escuchar a escondidas las conversaciones telefónicas.
- Es necesario dejar al niño el derecho de elegir amigos, ropa, música, etc.
- Evitar presiones, castigos, humillaciones, estar recordando errores pasados.
- Ser más tolerante con las deficiencias del hijo y observar con más frecuencia las virtudes propias a su esencia.
Estilo permisivo
En este estilo de educación:
- El padre forma la "libertad" del niño, la independencia y la relajación.
- Le permite hacer absolutamente todo lo que quiere.
- No ponen ninguna restricción.
- El padre no ayuda al niño y no interfiere, no participa en la formación de la personalidad.
El estilo permisivo supone una táctica de no intervención cuya base, en esencia, es la indiferencia y el desinterés por los problemas del niño. Las características comunes de los estilos de comunicación autoritaria y permisiva, a pesar de su aparente oposición, son las relaciones distantes, la falta de confianza, el aislamiento y el énfasis demostrado en la posición dominante de uno.
Consecuencias:
Con el estilo de educación permisivo, son posibles las siguientes opciones para el desarrollo de la personalidad:
Persona libre, pero indiferente:
- Incapacidad para la intimidad y el afecto.
- Indiferencia hacia los familiares ("esto no es mi problema, no me importa").
- Falta de deseo de cuidar a alguien, ayuda, apoyo.
- Poco "calor emocional".
Persona "sin límites" y "sin prohibiciones":
- Insolencia y permisividad.
- Robo, mentiras, libertinaje.
- Irresponsabilidad, no tiene la capacidad de " cuidar sus palabras".
Recomendaciones:
- Cambiar las tácticas de comunicación y actitudes hacia el niño. Intentar restaurar la confianza y el respeto mutuo.
- Establecer un sistema de prohibiciones e involucrarse en la vida del niño.
- Ayudarle a participar en la vida familiar, indicar claramente las responsabilidades funcionales del niño en la familia, sus obligaciones y expectativas.
- Crear un consejo familiar que aborde los problemas de toda la familia.
- Mostrar "buen corazón" al niño, enfatizar la importancia y su exclusividad del niño, hablando con él y estando interesado en su opinión.
- Recordar que el niño necesita una sincera participación en su vida.
Estilo Sobreprotector
En una situación de sobreprotección:
- Los padres tratan de proteger completamente al niño de todas las dificultades, para cumplir todos sus deseos.
- Ahorran enormemente la fuerza del niño para que no se esfuerce demasiado.
- Hacen todas las tareas domésticas por él y, a veces, no solo estas.
A diferencia de los estilos de educación autoritarios e intrigantes, aquí existe una cercanía emocional con el niño, sin embargo, en este caso es esta proximidad lo que impide que los padres le den libertad al niño para el desarrollo completo a la formación de la personalidad. En la adolescencia, las consecuencias negativas de este estilo de educación son más pronunciadas. Durante este período, el niño necesita separarse emocionalmente de los padres. En una familia de sobreprotección, tal separación es casi imposible o extremadamente dolorosa. En la adolescencia, son precisamente estos niños quienes con mayor frecuencia se "desmoronan" y se "rebelan" contra los adultos. La forma de protesta puede ser diferente, desde la cortesía fría hasta el rechazo activo.
Consecuencias:
Con la sobreprotección, son posibles las siguientes opciones para el desarrollo de la personalidad:
" Déspota casero ":
- Exigencia e intolerancia a los deseos de los demás.
- Malcriado, mal humor y egoísmo.
- Manipulación de otros.
- Arrogancia y soberbia.
- Rebeldía.
Persona dependiente:
- Falta de iniciativa, impotencia.
- Cede ante las dificultades.
- Depende de la opinión de los padres, incapaces de tomar su propia decisión.
- Casi no hay contacto con sus compañeros.
Recomendaciones:
- No ceder el control, sin el cual es imposible educar a una persona, pero mantener la tutela al mínimo.
- No exigir al niño acciones correctas, desde el punto de vista personal, aceptarlo por quien es.
- Ayudar, pero no intentar resolverle todos los problemas.
- Estimular la comunicación con los compañeros.
- Custodiar la dosis de protección, libertad, elogio y censura: estas son algunas de las soluciones en esta situación.
- Darle al niño independencia y libertad de elección. Tiene derecho a cometer errores y aprender de ellos.
Estilo democrático
Con este estilo de comunicación:
- Los padres se centran en la personalidad del niño, su papel activo en la familia y su propia vida.
- El niño es criado como una persona independiente y original.
- Este proceso tiene lugar bajo el control cuidadoso y sensible de los padres.
Características clave de este estilo:
- Interacción.
- Orientación mutua.
Los padres que se adhieren a este estilo se caracterizan por:
- Una actitud activa y positiva hacia el niño.
- Una evaluación adecuada de sus capacidades, éxitos y fracasos.
- Tienen una comprensión profunda del niño, los objetivos y los motivos de su comportamiento.
- La capacidad de predecir el desarrollo de la personalidad del niño.
Resultados:
Con un estilo de educación democrático, se produce el desarrollo más armonioso y versátil de la personalidad del niño. Para los niños criados en tales familias se caracterizan por:
- Capacidad para tomar decisiones de forma independiente y ser responsable de sus acciones.
- Iniciativa y determinación.
- Capacidad de construir relaciones cercanas y amistosas con los demás.
- Capacidad de negociar, encontrar soluciones de compromiso.
- Tener su propia opinión y la capacidad de contar con la opinión de los demás.
Como nos daremos cuenta lo más recomendable en la educación para los niños es optar por un estilo democrático, que si no se tiene se puede adquirir, pidiendo ayuda a los profesionales en la materia.