En un sentido simple, la competencia indirecta es cuando diferentes empresas compiten por la misma atención de los clientes, aunque no vendan exactamente lo mismo.
A pesar de que estas entidades no están compitiendo directamente cabeza a cabeza, sigue siendo importante entender que compiten por la preferencia de los clientes dentro de un mercado compartido. Este tipo de competencia puede surgir debido a similitudes en los beneficios que ofrecen, las necesidades que satisfacen o incluso por el tipo de público al que se dirigen.
Concepto de competencia indirecta
Se entiende por competencia indirecta a aquellas empresas que si bien no ofrecen exactamente los mismos productos o servicios, logran satisfacer necesidades similares. Aunque los productos son distintos, captan la atención de la misma audiencia y cubren sus necesidades de otra forma.
A menudo, la competencia indirecta puede ser más sutil pero igualmente impactante. Las empresas necesitan considerar no solo a sus competidores directos, sino también a aquellos que podrían atraer a su audiencia objetivo de manera tangencial. Esto quiere decir que, en la búsqueda de una estrategia comercial sólida, es fundamental analizar el panorama competitivo en su totalidad y no limitarse únicamente a los rivales obvios.
Ejemplos de competencia indirecta
Pongamos como ejemplo a un restaurante que se especializa en comida italiana. Su competencia directa serían otros restaurantes italianos en la misma área. Sin embargo, su competencia indirecta podría ser un restaurante de comida mexicana cercano. Aunque ofrecen tipos de cocina diferentes, ambas opciones compiten por atraer a los mismos consumidores que buscan opciones para cenar fuera.
Otro ejemplo sería el de una hamburguesería compitiendo con una pizzería. Aunque ofrecen comida diferente, compiten por los mismos clientes que quieren comer fuera.
Características de la competencia indirecta
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Compiten en el mismo mercado: Aunque no comparten el mismo enfoque exacto, estas empresas operan dentro del mismo mercado y a menudo se dirigen a una audiencia similar. A pesar de que sus productos o servicios pueden variar, existe una superposición en los clientes potenciales a los que se dirigen.
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Ofrecen soluciones alternativas: En vez de competir directamente en términos de características y funciones, estas empresas ofrecen alternativas que abordan las necesidades de los clientes de manera diferente. De esta manera, pueden captar segmentos de mercado que pueden preferir diferentes enfoques para resolver sus problemas.
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Sus productos pueden ser complementarios: Aunque pueden tener diferencias significativas en sus ofertas, los productos o servicios de estas empresas pueden complementarse entre sí. Es decir, los clientes pueden optar por utilizar productos de distintos negocios dentro del sector para lograr una solución más completa.
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Puede haber colaboración: En algunos casos pueden surgir oportunidades de colaboración entre empresas de competencia indirecta para un beneficio mutuo. Esto se produce sobre todo cuando hay complementariedad de productos o servicios entre la oferta de estas entidades.