El autor José Cegarra, en su obra Metodología de la investigación científica y tecnológica, define el concepto de tecnología como: “el conjunto de conocimientos propios de un arte industrial, que permite la creación de artefactos o procesos para producirlos.
Cada tecnología tiene un lenguaje propio, exclusivo y técnico, de forma que los elementos que la componen queden perfectamente definidos, de acuerdo con el léxico adoptado para la tecnología específica.“
Por otro lado, el autor establece una clasificación de los tipos de tecnología en función del proceso y fundamento de su generación:
- Tecnologías artesanales: comprende aquellas tecnologías de origen antiguo que no utilizan medios sofisticados para su ejecución, pues, generalmente, se efectúa de forma manual. Como ejemplos podemos destacar: la orfebrería y la carpintería.
- Tecnologías tradicionales: se refiere a las tecnologías que no han tenido un fundamento científico, sino que son fruto de la continua evolución del ingenio y la experiencia adquirida con el paso de los años. Como ejemplos podemos destacar: la tecnología textil y la imprenta.
- Tecnologías de base científica: son todas aquellas tecnologías que han requerido un conocimiento científico como base de su aparición y desarrollo. Un ejemplo es: el automóvil.
- Tecnologías evolutivas: son aquellas que aparecieron en un determinado momento de la historia y han ido evolucionado con el paso del tiempo adaptándose a las nuevas circunstancias y necesidades socioeconómicas. Un ejemplo característico es: la máquina de vapor.
- Tecnologías no evolutivas: son aquellas que surgen con solución de continuidad de lo logrado en el pasado, como un salto que cambia por completo la manera de hacer un artefacto. Un ejemplo puede ser: la luz eléctrica.
Gestión de la tecnología
Actualmente, nos movemos en una sociedad que cambia a un ritmo frenético. Todos los días aparecen nuevos productos que sustituyen a los ya existentes, haciendo los mercados muy competitivos, de manera que para poder mantenerse en ellos es necesaria una constante renovación. Los cambios tecnológicos suceden tan rápido que no se ha asimilado la última tecnología cuando ya está apareciendo una nueva.
La búsqueda de la competitividad de las producciones es una tarea fundamental para la empresa. Es necesario llevar a cabo un proceso de innovación tecnológica a partir de los recursos y materiales existentes mediante la aplicación de la ciencia y la tecnología, pues la innovación constituye un aspecto fundamental para la empresa mediante el cual poder lograr un adecuado nivel de gestión de la tecnología que posibilite la adquisición e incorporación de nuevos conocimientos a la empresa. De esta manera, podrá incrementar sus niveles de competitividad y eficiencia. En ese sentido, surge la necesidad de gestionar la innovación y la tecnología de forma eficaz en la empresa.
Los autores Pavón e Hidalgo (1997) definen la gestión de la innovación y la tecnología como: “el proceso orientado a organizar y dirigir los recursos disponibles tanto humanos como técnicos y económicos con el objetivo de aumentar la creación de nuevos conocimientos, generar ideas que permitan obtener nuevos productos, procesos y servicios o mejorar los existentes y transferir esas mismas ideas a las fases de fabricación y comercialización.”
La gestión tecnológica tiene como objetivo principal integrar el proceso de cambio tecnológico con los aspectos estratégicos y la toma de decisiones en la empresa, por lo que podemos entender la tecnología como: “un arma competitiva con la que poder constituir la estrategia empresarial a largo plazo.”
Las principales funciones de la gestión tecnológica según Ávalos (1993) son:
- Identificación, evaluación y selección de la tecnología.
- Desagregación de paquetes tecnológicos.
- Negociación de la tecnología, la construcción y puesta en marcha de plantas industriales.
- Uso y asimilación de la tecnología.
- Generación y comercialización de nuevas tecnologías.
Indicadores de la gestión de la tecnología de la información
Uno de los principales aspectos a tratar en la gestión tecnológica de la empresa es la gestión de la tecnología de la información. Esta puede definirse como: “el conjunto de herramientas relacionadas con la transmisión, procesamiento y almacenamiento digitalizado de información.”
El autor Juan José Goñi, en su obra Talento, tecnología y tiempo: “Los pilares de un progreso consciente para elegir un futuro, identifica los siguientes grupos de indicadores para poder medir el nivel de desarrollo tecnológico de la información en la empresa”.
Estos indicadores son:
- Indicadores de infraestructura: evaluación de la existencia en la empresa de diferentes canales de acceso a la información, tanto interna como externa.
- Terminales: nivel de equipamiento técnico de los diferentes puestos de trabajo de la empresa.
- Servicios: calidad y cantidad de los sistemas de información de la empresa (velocidad, seguridad, etc.).
- Contenidos: se refiere a la naturaleza de la información, al contenido de la misma (imagen, texto, clientes, ofertas, etc.).
- Usos: implantación de nuevas herramientas para la gestión de la información. La capacidad de la empresa para adaptarse a los cambios es una medida de cómo se produce la continua aplicación de la tecnología.
- Proveedores: cantidad económica y recursos propios que le empresa invierte y/o gasta en tecnología.
Implementación de las nuevas tecnologías
La implementación de las nuevas tecnologías en una organización no es tarea fácil. De hecho, es uno de los retos a los que tiene que hacer frente la empresa si quiere conservar o adquirir una determinada ventaja competitiva. Alcanzar este reto conlleva una revisión de los elementos fundamentales de los procesos, el dominio de los recursos y materiales existentes y la información de la organización. Determinar la forma de planificar los diferentes tipos de tecnología a implementar es labor de la alta dirección de la empresa.
El autor Francisco Menchén, en su obra La creatividad y las nuevas tecnologías en las organizaciones modernas, establece las siguientes estrategias a seguir en el diseño e implementación de las nuevas tecnologías en una organización:
- Se debe especificar, exactamente, la mejora tecnológica concreta que se pretende.
- Se ha de implicar a toda la organización.
- Se debe contar con los instrumentos y las herramientas necesarias.
- Los trabajadores deben sentir que el dominio de las nuevas tecnologías también les beneficia a ellos.