Una parte importante del transporte internacional de mercancías se realiza con cajas metálicas especiales. Por ello, el despacho de aduanas de los contenedores es una prioridad para muchas empresas de transporte marítimo y debe tratarse por separado.
Clasificación de los contenedores
En el mercado hay un enorme número de productos. Y aunque el transportista sea el mismo, muchos de ellos no pueden enviarse juntos. Por este motivo, se ha introducido una clasificación de las mercancías que identifica aquellas que requieren contenedores separados para su transporte.
Los tipos de contenedores más populares son:
- Contenedores estándar, dentro del cual se transportan los productos que no requieren condiciones especiales.
- Contenedores de refrigeración, que mantienen una temperatura constante para las mercancías que deben conservarse frescas (normalmente, contenedores en los que la temperatura puede oscilar entre -20 y +20 grados centígrados).
- Contenedores cisterna, diseñados para el transporte de productos líquidos y químicos.
- Contenedores isotérmicos, capaces de albergar envíos especialmente grandes y diseñados para transportar incluso productos valiosos a largas distancias por cualquier medio de transporte.
- Contenedores de apertura superior, diseñados para cargas sobredimensionadas con una altura superior a 2,4 metros.
Así, si una empresa dispone de cada uno de los tipos de contenedores mencionados, sus opciones de transporte aumentan considerablemente.
Normativa y documentación aduanera
El despacho aduanero para el movimiento transfronterizo de contenedores de mercancías tiene sus propias especificidades. La normativa define cuatro tipos básicos de mantenimiento:
- Básica
- Especializada
- Económica
- Terminación
Dichos tipos varían en función de la categoría de las mercancías transportadas. El principal documento requerido para que un contenedor sea autorizado por la aduana es la Declaración de Carga Aduanera (DCA). La presenta el expedidor, su representante o un agente de aduanas contratado. El documento establece los detalles del producto que se va a importar o exportar. Es importante recordar que se requiere una declaración de mercancías separada para ciertas categorías de productos, y lo mismo se aplica a los bienes sujetos a diferentes regímenes aduaneros.
La declaración de mercancías debe especificar:
- El número de productos y el espacio que ocupan
- La información sobre el expedidor y el destinatario (direcciones, contactos, contrato de relaciones comerciales)
- Códigos de los países que participan en actividades de comercio exterior
- La información sobre el transporte
- El importe total de la transacción y el valor de los productos
- Condiciones de la transacción, entrega, etc.
- Características concretas del envío (embalaje, números de serie, impuestos especiales, peso, dimensiones)
Junto con el manifiesto de carga hay que recoger el paquete de documentos, típicos de las transacciones de comercio exterior, es decir, certificados, acuerdos con proveedores, licencias, contratos internacionales en dos idiomas, certificados de paso de control sobre el producto, etc.
Proceso de despacho de aduanas
El despacho de aduanas de un contenedor implica varios pasos importantes, entre los que se encuentran los principales:
- Determinación de las ventajas y la corrección del código de producto indicado. En esta fase, el responsable de la aduana comprueba la autenticidad y la exactitud de los documentos aportados por el declarante. En este sentido, se presta especial atención a la exactitud del código de carga del Sistema Armonizado (SA). A continuación, se decide la posibilidad de someterse al despacho de aduanas y obtener aranceles preferenciales.
- Verificación del precio nominal y aduanero del producto importado o exportado. En esta fase se vuelve a comprobar el acuerdo internacional y se decide si se mantiene o se modifica el régimen de derechos de aduana y aranceles elegido. También se realizan controles de divisas.
- Control de pagos. El remitente o un agente de aduanas contratado por él paga las facturas (tasas, impuestos) y proporciona recibos y otros documentos de pago. Para que todo vaya bien, hay que asegurarse de que la empresa o el expedidor no tiene ninguna deuda relacionada con las aduanas antes de presentar toda la documentación.
- Inspección de la carga. Los funcionarios inspeccionan los productos en el contenedor para comprobar su composición, calidad y conformidad con la documentación proporcionada. Después, la mercancía se retira del punto.
De este modo se completa el proceso de inspección de los contenedores y el material puede ser transportado a su destino. Siempre que los trámites necesarios sean correctos, la operación no tarda demasiado. La mejor manera de hacerlo es ponerse en contacto con un agente de aduanas.