By Administrador CEUPE on Lunes, 07 Marzo 2022
Category: MARKETING

Cómo crear tu marca personal en 5 sencillos pasos

Tu marca personal es tu carta de presentación en el mundo profesional. Es por eso que, hoy, en esta era de lo digital y de las redes sociales, es más importante que nunca saber cómo mostrar quién eres y qué haces.

En este artículo te mostraré a través de 5 pasos bien explicados cómo puedes construir tu marca personal desde 0. Pero antes, déjame explicarte qué es exactamente una marca personal y un poco de su evolución en esta era digital.

¿Qué es una marca personal?

Una marca personal es la imagen que los demás tienen de ti, la cual está basada principalmente en lo que dices, haces y cómo te presentas.

Por tal motivo, debes ser muy cuidadoso con tu comunicación, tu comportamiento y tu apariencia si quieres proyectar la imagen que deseas al mundo exterior.

Ejemplos de marca personal

Muchos, sin embargo, confunden y piensan erróneamente lo que significa verdaderamente una marca personal. Por ello, déjame explicártelo con ejemplos:

Lo que NO es una marca personal

Lo que SÍ es una marca personal

La evolución de la marca personal en la era digital

En agosto de 1997, Tom Peters (autor especializado en la creación de imagen personal y de marca) publicó un artículo en la revista Fast company. Hablaba sobre la importancia de la marca y de crear y mantener la reputación personal.

Este artículo es muy interesante y mucho tiempo después cobra especial relevancia debido a la preponderancia de las redes sociales.

En 2012, el barómetro realizado por INESDI, (instituto de innovación digital para las profesiones) sobre el uso de las profesiones digitales, reveló que el 50% de las empresas había utilizado las redes sociales en alguna parte de sus procesos de selección.

Hoy en día el curriculum vitae no es ya sólo aquel documento que se remitía por carta, ni siquiera en su versión actualizada a través del formulario o el correo electrónico; en la actualidad, el CV de una persona está formado por este documento que nosotros generamos, más la información que aparece en nuestro blog, perfiles sociales, opiniones de terceros, etc.

Una cuestión muy común cuando una empresa va a contratar a alguien es buscar en Google qué información aparece sobre esa persona.

Lo primero que deberemos hacer es esa misma actividad, buscarnos en internet y ver qué información aparece sobre nosotros.

Tenemos dos conceptos o ideas que debemos de manejar, por un lado, está el de la marca personal, aquello que nosotros queremos difundir y ofrecer a las personas para que piensen sobre nosotros, pero por otro lado tenemos la reputación, aquello que realmente piensan de nosotros.

Por todo esto, lo interesante no es sólo crear nuestra marca, poner nuestra imagen personal, establecer nuestros criterios, sino llegar a que las personas hablen de nosotros y confirmen estas ideas que nosotros estamos planteando en nuestra marca.

Para ello, hemos de jugar con los diferentes parámetros existentes, con las redes sociales y con nuestros contactos, para conseguir que éstos ratifiquen lo que nosotros estamos promoviendo de nosotros mismos, y que esa idea que queremos ofrecer sea cierta.

Ahora que comprendes qué es una marca personal y cómo ha evolucionado en la era digital, es momento de aprender a crear a una.

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5 pasos para hacer tu marca personal

1. Descubre quién eres y qué quieres proyectar

Lo primero que debemos hacer es plantearnos quién somos, qué sabemos, qué queremos hacer y, a partir de ese punto, comenzar a definir hacía dónde queremos ir.

Deberemos hacer una introspección, del mismo modo que cuando creamos un CV nos planteamos qué conocimientos tenemos, qué hemos estudiado o qué hacemos en nuestro trabajo. Para nuestra marca personal deberemos de plantearnos quiénes somos, qué queremos hacer, y cómo queremos que nos vean desde fuera.

Un elemento importante es saber qué se dice de nosotros en internet, qué imagen estamos proyectando de nosotros mismos, con mayor o menor control, para ser capaces de controlarlo y utilizarlo.

Deberemos ver para qué queremos estar en las redes sociales, cuál es el objetivo de comenzar a crear y mantener nuestra propia marca personal y qué nos hace diferente de los otros millones de personas.

Para poder establecer la estrategia, una vez que sabemos quiénes somos y cómo queremos que el resto nos vea, deberemos de ver cómo queremos alcanzar ese objetivo, qué medios o redes sociales vamos a utilizar, teniendo en cuenta que cuanto más expandamos nuestra propia imagen, más sólida será ésta; no es cuestión de crear un perfil en Facebook o LinkedIn, sino de crear una estrategia a través de todas las redes de forma constante y consistente.

2. Analiza tu presencia en internet

Desde el mismo instante que comenzamos a planteárnoslo, debemos de ser conscientes que nuestra persona muy probablemente ya está en internet. Desde el momento en que tenemos un perfil en alguna red social o hemos comenzado a escribir en X o en un blog, ya estaremos registrados.

Debemos ver cómo aparecemos, los diferentes buscadores tienen distintas maneras de encontrar las respuestas. Ver qué herramientas y con qué propósito se nos menciona en internet, si es por un artículo al que hayamos hecho comentarios, si es por un blog que comenzamos y dejamos abandonado, por una participación en alguna feria o evento que presente nuestro nombre en el cartel o qué motivos tenemos para aparecer.

3. Construye tu identidad digital

Una vez que sabemos qué imagen queremos dar y cuál es la que actualmente hay de nosotros en internet, debemos comenzar a generar nuestra propia imagen; de esta forma, empezaremos a definir a través de qué canales queremos aparecer y cómo queremos que nos encuentren.

Podemos utilizar un blog; si hay un área del que seamos conocedores, no es necesario ser el mayor experto mundial, podemos hacer nuestros propios análisis del tema. Realizar incluso vídeos o presentaciones explicativas de tareas que conozcamos y que puedan resultar interesantes.

Al hacer esto, estaremos comenzando a generar contenidos, casi sin proponérnoslo, estaremos obligándonos a profundizar sobre las materias que nos interesen, ya que para escribir un artículo es interesante documentarse.

Seguiremos publicaciones que aporten información y nos den novedades o avances en nuestro campo, que nosotros luego podremos comentar. Es importante y útil nombrar cuáles son nuestras fuentes, qué entornos seguimos, pero también ser constantes.

Si queremos resultar atractivos, una forma de hacerlo es tener una periodicidad, diario, semanal, una cosa intermedia, que haga que las personas que hayan leído algo interesante en nuestro blog vuelvan más tarde para ver qué más hemos escrito.

Otro canal en el que deberemos estar presentes serán las distintas redes sociales, como Facebook, LinkedIn y Twitter. Debemos crear perfiles activos, no solo estáticos, y utilizarlos para interactuar con otras personas.

Debemos ser consistentes y activos en cada red social. En Twitter, por ejemplo, podemos hacer comentarios varias veces al día sobre temas de interés, y enlazarlos con nuestras redes de Facebook y LinkedIn.

Esta actividad de comunicar, analizar y compartir información debe de ser una tarea constante. La creación de una marca, si queremos que nos sigan, debe resultar interesante. No es bueno alguien que simplemente se dedique a repetir las palabras de otros, porque para eso ya seguiremos directamente a la otra persona. Interesa quien aporta algo más diferente a esas personas.

Las redes sociales también nos pueden servir para dar mayor promoción y relevancia a nuestros propios artículos en nuestro blog, para que la gente vea que estamos generando contenidos. Esa generación de contenidos es bueno que invite y acepte comentarios, pues nos puede servir para hacer más ricos los artículos y atraer a más personas.

El añadir las fuentes y mencionar de dónde accedemos nosotros a la información, además de mostrar que somos honestos en la escritura y creación de nuestro artículo, también es una forma de invitar a otros a referenciarnos cuando nos utilicen o nos mencionen en sus fuentes.

En los buscadores, actualmente, una de las variables que se utiliza a la hora de posicionar los contenidos es medir cuántas veces tu página es referenciada por otros y a cuántas referenciamos, es decir, las páginas que más propaguen información se consideran más relevantes como resultados de las búsquedas.

Por todo esto, aparecer en X, Facebook, Instagram o LinkedIn nos sirve para estar referenciados; si otras personas nos hacen referencia, son más puntos que conseguiremos y más alto estaremos en las posiciones de los buscadores.

4. Interactúa y hazte visible

Si nosotros damos datos importantes y relevantes, otros nos apuntarán, nos referenciarán y nos seguirán, eso nos irá dotando de más importancia. Por todo esto, es bueno tener una estrategia de qué queremos decir, a quién le puede resultar interesante, cómo atraer a gente a nuestro sitio. Si nosotros entramos en el blog de alguien y lo utilizamos de referencia, podemos añadir un comentario indicándoselo y agradeciendo la información; de esta forma, esa persona es posible que venga a visitar nuestro sitio y nos de algún comentario.

También existe la posibilidad de que alguien no esté de acuerdo con lo que nosotros escribimos, sobre todo si tratamos temas conflictivos; en ese caso, debemos estar preparados para recibir ese tipo de comentarios y tratarlos de forma correcta y educada.

5. Cuida y gestiona tu marca personal

A partir del momento en que estamos apareciendo en internet y publicando información, pasamos a tener una presencia pública, que debemos cuidar y mantener.

La constancia, la atención y la actuación de forma correcta son valores que debemos tener presente. Una marca o una imagen se tarda tiempo en construir, sin embargo, un mal paso puede dar al traste con todo nuestro trabajo y hacer que todo eso no importe.

Si tenemos claro lo que queremos transmitir, la tarea será mucho más sencilla; podemos querer transmitir una imagen profesional y, por ello, es posible que nos sigan muchas personas, en ese caso debemos distinguir en qué herramientas y de qué forma hacemos comentarios.

En Twitter, cabe la posibilidad de hacer comentarios de carácter profesional y personal. Un comentario dentro del global de comentarios recibidos a través de Twitter es fácilmente desechable, pero si enlazamos nuestra cuenta de Twitter con otras herramientas como Facebook o LinkedIn y queremos que todos los comentarios aparezcan, debemos de considerar qué tipos de comentarios son. No es lo mismo hacer un comentario sobre un artículo o algún elemento relacionado con nuestro trabajo que una foto de nuestras vacaciones en la playa, por lo que no es la misma audiencia para una cosa que para la otra.

Cabe la posibilidad de que nos interese tener dos perfiles diferenciados y diferentes que nos permitan comunicar con uno y otro tipo de gente, no pasa nada siempre y cuando no sean contradictorios, no hay ningún problema. Las personas que nos siguen desde el punto de vista personal (amigos, familiares, etc.) probablemente no estén interesadas en el aspecto profesional de nuestra vida. De la misma manera, los que nos siguen por el interés profesional, puede que no les interese el aspecto lúdico, es posible tener información común de ambas facetas en redes que permiten la segmentación como Facebook e Instagram, distinguiendo quien verá algunos temas y contenidos.

No tiene sentido que, si creamos un blog de carácter profesional, hagamos alusiones a temas distintos o que tienen nada que ver, como las mencionadas vacaciones o la boda de una persona a la que hemos acudido (salvo que tratemos de un blog que sea de moda y sea interesante por comentar un vestido, traje o tendencia).

Construir una marca personal no es cuestión de solo estar en internet, sino de tener bien definido qué imagen queremos proyectar y asegurarnos de que sea coherente en todos los espacios donde aparecemos.

Para ello, primero debemos definir quiénes somos y qué nos hace diferentes, analizar qué presencia tenemos en internet y empezar a generar contenido que nos ayude a construir nuestra identidad digital. A partir de ahí, es importante interactuar, hacernos visibles y, sobre todo, cuidar y gestionar nuestra marca para que siempre juegue a nuestro favor.

Si mantenemos una presencia activa, aportamos valor y somos constantes, nuestra marca personal crecerá y nos abrirá nuevas provechosas e interesantes oportunidades.

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