La claustrofobia es el miedo a los espacios cerrados. Una persona tiene miedo de estar en una habitación cerrada: en una habitación sin ventanas, un ascensor, un túnel, un paso subterráneo, en el metro, un avión, así como en máquinas de resonancia magnética o tomografía computarizada.
Esto se expresa en una sensación de peligro debido a la falta de salida de una habitación pequeña y la incapacidad de escapar de un espacio confinado. A menudo, el desarrollo de la claustrofobia se asocia con situaciones traumáticas vividas en la infancia. El tratamiento de la claustrofobia, si es puntual y no se extiende a otras fobias y enfermedades, puede llevar solo un par de semanas.
Síntomas de la claustrofobia
Las personas que sufren de claustrofobia suelen tener miedo de verse limitadas físicamente en su libertad de acción, y también experimentan miedo a la asfixia. Algunos pacientes pueden sentirse extremadamente incómodos en la silla del peluquero o del dentista, o en la fila de la tienda.
Al estar limitado en el espacio, una persona que sufre de claustrofobia puede comenzar a temer la asfixia y la falta de aire en la habitación. Al mismo tiempo, experimenta precisamente miedo irracional, dándose cuenta de que objetivamente la situación no puede hacerle daño.
Causas de la claustrofobia
Existen varias teorías para explicar el desarrollo de la claustrofobia. Se considera que una de las principales razones es la presencia de un trauma mental recibido en la infancia o en la edad adulta. Una persona puede quedar encerrada accidentalmente en una habitación sin luz ni ventanas, o perderse en un laberinto.
Además, la claustrofobia puede desarrollarse en un niño que una vez cayó en una piscina profunda o se perdió en una gran multitud. Después de tales incidentes, el niño suele tener miedo de estar solo en la habitación. Debe comenzar a trabajar con este problema de inmediato para evitar que el miedo se convierta en una fobia.
Tratamiento para la claustrofobia
El tratamiento de la claustrofobia en pacientes adultos se produce por el método de exposición. Si el paciente sufre de miedo a los espacios cerrados con ansiedad pronunciada, primero el terapeuta ayuda al paciente a reducir esta ansiedad utilizando técnicas de psicoterapia cognitivo-conductual.
Después de eso, se trabaja en la dirección de la exposición in vitro, es decir, imaginar la situación aterradora de estar en un espacio confinado. Y solo después de que el paciente se sienta más tranquilo y confiado, comienza la exposición en vivo: el entrenamiento de estar en un espacio confinado. Por ejemplo, si una persona tiene miedo de estar en una habitación cerrada, entonces el especialista, utilizando ciertas técnicas, la coloca en esa habitación, donde se lleva a cabo el trabajo posterior. Este método ayuda a los pacientes a enfrentar sus miedos y aprender a trabajar con ellos.