By Blog de CEUPE on Jueves, 08 Noviembre 2018
Category: LOGÍSTICA

Características de la unidad de carga

“Denominamos unidad de carga al conjunto de productos que se agrupan en un mismo embalaje, a fin de facilitar su manejo.”

A la hora de disponernos a apilar productos, nos encontramos en la tesitura, que debi­do a las características físicas de ellos, nos es imposible el poder apilarlos por si solos.

Por ello, dada esta diversidad de tamaños que nos encontramos, nos hallamos ante una gran variedad de unidades de carga, dentro de las cuales, como es lógico a mayor tamaño de estas, menor será el coste de la manutención, al reducir el número de movimientos.

A la hora de preparar una carga, hay dos factores que son básicos a tener en cuenta, el primero es la resistencia y la estabilidad.

La resistencia se consigue mediante el retractila­do de la carga, que consiste en envolver un envase o una unidad de carga mediante un material que puede retraerse sobre sí mismo una vez se ha ex­tendido sobre los elementos para dotarlos de una mayor protección. En ocasiones, el retractilado sir­ve para agrupar y utilizar diversas cargas en una unidad de carga mayor. Habitualmente, se utiliza lámina de plástico en bobina o en forma de bolsa que se contrae al contacto con un chorro de aire ca­liente. El retractilado proporciona cierta seguridad contra las sustracciones, los impactos accidentales, las inclemencias del tiempo, las mojaduras y las hu­medades.

La estabilidad de la carga

Una vez realizadas estas tareas y estabilizada la carga, su manipulación, carga y descar­ga, se pueden realizar por debajo, suspendiéndola por una eslinga o abrazándola por los lados.

Para realizar el manejo de las cargas, recurrimos a medios mecánicos móviles, que son medios con libertad de movimientos y giro que se trasladan mientras realizan las tareas, que pueden ser carga y descarga, almacenamiento, traslado de mercancías, preparación de pedidos, etc.

El objetivo del uso de este tipo de medios es por un lado reducir el esfuerzo físico del personal y ahorro de tiempo y costes.

Estos medios mecánicos los podremos clasificar entre los que son fijos y los que se pue­den desplazar:

Los transportadores aéreos, pueden ser de dos tipos, raíles aéreos, que sujetan distintos tipos de dispositivos para el traslado de la mercancía o grúas aéreas, que se limitan sim­plemente, a trasladar las mercancías de un lugar a otro del almacén.

En cuanto a los medios mecánicos móviles, no necesitan instalación y en función de sus características y tamaño, necesitaran unos anchos de pasillo u otros.

Para los paquetes paletizados, el medio de manipulación más básico es la transpaleta. Se trata de un instrumento de manejo de palés con horquillas que eleva la carga tan sólo unos centímetros, lo justo para moverla de sitio. 

Su función básica es el traslado de mercancías a corta distancia y la carga y descarga de camiones.

Dependiendo de si se necesita la acción del hombre para desplazarlas y levantar las hor­quillas, hablamos de:

A diferencia de los anteriores medios de transporte, las horquillas son más finas y pueden ser regulables lateralmente y el mástil puede inclinarse y facilitar de esta manera manio­bras como el salvar un desnivel con carga.

Dependiendo del peso de la carga, se podrá elevar en más o menos altura el mástil, para evitar riesgos de vuelco. Hoy en día, es el sistema de trabajo más extendido.

Las hay de distintos tipos:

Se denomina palé, a una plataforma generalmente de madera, que permite el agrupa­miento de mercancías sobre ella, constituyendo una unidad de carga.

A la hora de que la carga, sea estable, las unidades que forman los palés, se deben de co­locar de manera cruzada, a fin de dar estabilidad a la carga, evitando que queden huecos libres y que la mercancía no sobresalga del palé.

A fin de evitar caídas de materiales, es conveniente colocar una película plástica alrede­dor del palé.

Existen infinidad de modelos de palés, usados, nuevos, plástico, metal, etc.

Para saber escoger, tendremos que tener en cuenta muchos factores al elegir el modelo que más nos interesa: Peso que soporta el palé, distribución de la carga, medidas, tipo de mercancía.

Para aclarar todos estos puntos, veremos las claves a tener en cuenta a la hora de selec­cionar el mejor palé para su mercancía.

Lo que vamos a transportar en el palé:

El peso que soporta el palé:

Maquinaria utilizada para la manipulación de los palés:

Colocación de palés:

El mejor material para el palé:

La medida del palé tiene directa relación con el ancho de los vagones ferroviarios en Eu­ropa que eran de 2400 mm, ya que para acomodar un palé desde cada costado del vagón se requiere que su profundidad sea 1200 mm.

Las medidas y denominaciones más frecuentes (en milímetros) para la plataforma del palé son las siguientes:

Los palés industriales pueden tener otros estándares o dimensiones específicas, particu­larmente el sector químico. La dimensión 800 × 1200 mm es la más extendida en Europa, aunque también es común la de 1000 × 1200 mm. Los límites de peso de los contenedores corresponden a la norma estándar internacional ISO 668.

El peso bruto permisible para la mayoría de los contenedores estándar de 20’ y 40’, es de 30.480 kg. Algunos contenedores más recientes tienen un peso bruto mayor. Dependiendo de las series de diseño, la carga útil se deriva del peso bruto menos el peso vacío, lo cual varía.

Además del límite de carga máximo de un contenedor dependiente del diseño, se deben observar los límites de peso para transporte terrestre y ferroviario en cada uno de los diferentes países.

Las compañías marítimas, dado que las medias de los contenedores según la norma ISO, tienen un ancho exterior de 8 pies, es decir, 2.440 mm, han estandarizado el uso de palés de 1.100 mm de forma que dos de ellos en paralelo caben sobradamente en el interior de los contenedores.

De esta manera y según sea el tamaño del contenedor, cabrán más o menos palés, según se puede observar en la imagen.

La definición del módulo internacional de embalaje tiene como objetivo normalizar las dimensiones de las unidades de carga de forma que éstas sean múltiplos o submúltiplos del mismo.

El criterio “Economizador del embalaje”, está basado en la “no existencia de ninguna nor­ma fija”, ya que debido a la gran variedad de materiales a transportar y a la gran variedad de medios de transporte a utilizar, hace que sea imposible prefijar un sistema definido de embalaje.

Para unificar la norma UNE 49 030 normaliza una serie de múltiplos y submúltiplos de las dimensiones de los embalajes rectangulares, que son los siguientes:

Múltiples

Submúltiplos

600x400 mm

600x400 mm

600x200 mm

600x133 mm

600x100 mm

300x400 mm

300x400 mm

300x200 mm

300x300 mm

300x100 mm

200x400 mm

200x400 mm

200x200 mm

200x133 mm

200x100 mm

150x400 mm

150x400 mm

150x200 mm

150x133 mm

150x100 mm

120x400 mm

120x400 mm

120x200 mm

120x133 mm

120x100 mm

Los palés, los podemos clasificar de diversas maneras, por término de empleo. Por dimen­siones, por su base, etc.

En términos de empleo los clasificamos en:

Por sus dimensiones

Por su base los podemos clasificar en:

Durante mucho tiempo las empresas han utilizado palés para un solo uso, pero este uso ha caído en desuso por varias causas:

Los palés contenedores, en sus distintas versiones, ofrecen una solución óptima para la manipulación, el transporte y el almacenaje de todo tipo de productos destinados a los mercados hortofrutícola, conservero, cárnico, industrial, pesquero, etc.…

Su sistema de estiba puede ser apilable o no apilable, permite la máxima seguridad en el apilado y obtener la optimización del espacio al lograr el máximo volumen con la mínima ocupación del suelo, mientras su gran resistencia, tara fija y nulo mantenimiento le con­vierten en el contenedor multiusos ideal.

Llamamos Contenedor Apilable, a todo contenedor, que ya sea el material del que esté hecho o la forma que tenga, sea susceptible de ser colocado sobre otros a fin de quedar almacenado.

Dentro de estos podemos citar:

Cuando nos referimos a Contenedores no apilables, nos referimos a contenedores similares a los contenedores con pared de rejilla apilables, con la salvedad de que estos tie­nen ruedas que les permiten ser desplazados de una a otra línea de trabajo, con el consiguiente ahorro de costes siendo llamados comercialmente roll-trainers. De las cuatro ruedas que poseen, dos suelen ser fijas y las otras dos suelen ser orientables, a fin de ser dirigidas.

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